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Niños y niñas del Zazpi Iturri hicieron un pasillo a Jokin Altuna en su salida a la cancha del frontón de Amezketa. Lobo Altuna
Pelota

Una ovación con cinco días de retardo

Amezketarras y pelotazales brindaron un bonito reconocimiento a Jokin Altuna anoche, en el regreso del público a los frontones

Joseba Lezeta

San Sebastián

Viernes, 25 de junio 2021

Anjel Mari Peñagarikano acertó en la diana en los tres bertsos que cantó anoche a Jokin Altuna en el frontón Larrunarri de Amezketa. Dedicó el primero al aitona del campeón manomanista, Joxe, fallecido recientemente. En el segundo recordó a Iñaki Artola, el amigo contra el que no pudo jugar la final. Y el tercero, con su pueblo como hilo conductor, fue para el homenajeado: «Euliak (sobrenombre de los amezketarras) asko daude, holakoak gutxi».

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Cinco días después de la consecución de su segundo título del Manomanista sin que ninguno de sus muchos seguidores le pudiera aplaudir en el Bizkaia, Jokin Altuna escuchó una ovación y sintió el calor y la cercanía de los suyos sobre la cancha donde empezó a enamorarse de la pelota.

«Hoy es un día especial. No solo por la txapela, también porque podéis estar en un frontón», agradeció el campeón en referencia a que por primera vez desde noviembre pudo acudir público a un festival de mano profesional.

Alrededor de 170 pelotazales acudieron anoche al Larrunarri. Lobo Altuna

Eider Agirre y Jaio Aranburu le dedicaron un aurresku. Niños del club Zazpi Iturri que él mismo preside le entregaron un obsequio y un ramo de flores. El alcalde, Iñaki Amundarain, le impuso otra txapela. Después hizo lo que mejor sabe: jugar a pelota.

Peio Etxeberria gana 16-22 a Darío y jugará mañana ante Ezkurdia

Peio Etxeberria superó 16-22 a Darío anoche en Amezketa y será el rival de Joseba Ezkurdia en cuartos de final del Campeonato de Navarra del cuatro y medio mañana en el Atano III de Donostia. Sufrió el de Zenotz en una dura y buena eliminatoria que parecía tener controlada con el 4-11 y el 11-16. Sin embargo, el de Ezcaray no dio el brazo a torcer y limó la desventaja a base de tenacidad y un juego notable hasta situarse a un tanto en el 16-17. Obligó incluso a pedir un descanso de socorro al rival. Sin embargo, no pudo avanzar más y los cinco últimos cayeron del lado de un Peio Etxeberria. Dieron 295 pelotazos en 64 minutos.

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