«El Jai Alai me ha dado todo»
El puntista zumaiarra Imanol López anuncia que se retirará en abril en su pueblo, en las fiestas de San Telmo, a los pocos días de cumplir 42 años
San Sebastián
Miércoles, 15 de octubre 2025, 02:00
Imanol López entiende que ha llegado el momento. El oportuno. A los 41 años, unas semanas después de ganar en el Carmelo Balda la final ... four del Jai Alai League y a las puertas del Winter Series, donde ni mucho menos quiere ejercer de comparsa, el zumaiarra anuncia que cuelga la cesta y deja la pelota. Será en abril, en el frontón de su pueblo, el Aitzuri, durante un Master Series, ante su gente y en plenas fiestas de San Telmo, posiblemente el lunes 13.
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Dos años después del adiós de Iñaki Osa 'Goikoetxea', su compañero de viaje y gran rival, el puntista con el que protagonizó tantas alegrías como disputas épicas –junto a Gotzon Enbil encabezaron una generación de oro zumaiarra–, Imanol López pasará a ser historia de la modalidad.
Su ficha
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Imanol López Nogales. Nació el 4 de abril de 1984. Su padre, Felipe, jugaba a mano. También lo hizo su hijo antes de centrarse en la cesta. Dio sus primeros pelotazos en el Odieta, el antiguo frontón del pueblo.
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Palmarés: Seis títulos de campeón del mundo por parejas y dos txapelas individuales (2016 y 2019), además de victorias en todos los grandes torneos del calendario. Es más fácil recoger dónde ha ganado que los escenarios de sus innumerables éxitos.
¿Por qué ahora? Responde López. «La primera razón es porque he vivido un 2025 en el que me he divertido y quiero irme con una sensación bonita. Cuando ganas y estás arriba, corres el peligro de que entre en tu cabeza un engañabobos que te invite a seguir un año más. En algún momento debes decir adiós y considero que es el correcto. A nivel personal, estoy en una etapa en la que mi vida avanza. He valorado mucho transicionar del deporte a la vida laboral. Y en ese sentido, al final del día me encuentro más cómodo ahora que hace diez o quince años».
Prosigue Imanol López con la argumentación. «Si a todo eso unes que no tengo grandes dolores en el cuerpo, era el momento apropiado. Toca dar las gracias por lo que he vivido y dejar espacio a gente con mayor motivación por estar en la Liga. Eso no significa que me falte motivación. Pero no hay que ser egoista. Veo chavales que pueden desempeñar ese papel mejor que yo».
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Eso no significa que se dé por vencido en el Winter Series de Gernika, que comenzará el lunes 27. Todo lo contrario. «El objetivo número uno es ganar el Winter Series. Tengo una pareja, Eñaut Urreisti, con la que puedo llegar a competir. Lo voy a pelear. Quiero ponerme las pilas y ver la fórmula de cómo lo hacemos».
Padre de dos niñas, una de cuatro años y otra de dos «que demandan atención», su compañera es mexicana. «Que la familia esté bien es una prioridad». Ha madurado la decisión. «Rondaba en mi cabeza desde hace un tiempo. De hecho, hablé con la empresa al respecto. Me plantearon una situación que entendí y alargué mi carrera un poco más. Estoy feliz por ello».
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«Se cierra la barraca»
Cerca del adiós, recuerda los inicios. «Cuando debuté en Gernika el 7 de julio de 2003, cada fin de semana se jugaban partidos. Pedri nos llamaba el viernes y nos comentaba la agenda. Tercer fin de semana y llamada de Pedri: 'Oye chaval, se cierra la barraca'. Tenía 18 o 19 años. Aspiraba a comerme el mundo haciendo lo que más me gusta y de repente te cae el primer jarro de agua fría. La vida misma».
«El Jai Alai me ha dado todo», reconoce el puntista zumaiarra. «He vivido en tres países, tengo tres pasaportes, me he podido formar académicamente en Estados Unidos... El deporte es por mucho la mejor herramienta. Une, te da disciplina, te mantiene sano, retos personales, trabajo en equipo... He disfrutado».
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Ha sido un animal competitivo. «Me ha encantado ganar con un compañero y cambiar para el siguiente torneo. Prefería eso que repetir con el mismo delantero. He ganado con todos. Tuviera mejor o peor relación con ellos, me he divertido con todos. Siempre he buscado la química dentro de la cancha para obtener el mejor resultado posible. Cuando gano un torneo me estimulo. Es como una pastilla efervescente. La echas al vaso y salen burbujas. Pero me ducho y de nuevo soy Imanol. ¿El mejor zaguero de los últimos veinte años? Es bonito que lo digan. Ahora bien, yo soy feliz con mis hábitos».
Veintitrés temporadas
Resume veintitrés años de carrera en unas líneas. «A los 18 años jugué el Mundial de 2002 en Pamplona. Quedé subcampeón. Primera espinita. Quienes me ganaron me lo recuerdan al verme. Fiché por Eusko Basque. Tenía claro que cuando terminara los estudios de grado superior en producción por mecanizado, como me pedían en casa, iría a Estados Unidos. Aquello era un paraíso hace veinte años. Jugué dos en Dania y después ocho en Miami, hasta 2015. En Miami estudié Administración de Empresas».
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Nueva etapa. «Me trasladé a México, donde empecé a transicionar poco a poco de la vida deportiva a la laboral y compaginé la cesta con el trabajo». Y vuelta a Euskadi, a Zumaia. «En 2018 regresé a casa con la familia. Tuvimos la suerte de que empezara la ola del Jai Alai, lo que era nuestro sueño, aquello por lo que habíamos peleado toda nuestra carrera. Queríamos dejar este deporte en un momento sano para los que vinieran detrás. No somos los salvadores, pero hemos puesto nuestro granito de arena».
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