El debutante al que elogia hasta Aimar

Jon Ander Peña (Tolosa, 23 años) está sorprendiendo a todos en su debut como titular en el Campeonato de Parejas de Primera. Ha logrado con Albisu el billete directo para la liguilla de semifinales, tras completar juntos una gran fase previa con diez victorias y cuatro derrotas. El domingo se estrena en el Adarraga de Logroño contra Ezkurdia y Ladis Galarza. «Me hace mucha ilusión estar en semifinales y esperamos dar guerra a todos», declaraba ayer tras la elección de material. Los Jon Ander se presentan con cuatro victorias consecutivas y con una semana de descanso respecto a sus rivales.

«La verdad es que no puedo pedir más. En mi debut como titular en el Parejas hemos conseguido la clasificación para semifinales cuando nuestra intención era entrar en el playoff. Estamos muy contentos. Hemos ganado seis de los últimos siete partidos y cuatro de forma consecutiva. Nadie daba un duro por nosotros al inicio del campeonato. Hemos dado un poco más de lo que esperábamos, hemos ido de menos a más y la regularidad ha sido una de las claves», declara el tolosarra, quien vive en estos momentos la cara dulce de la pelota.

Pero también ha vivido la amarga en sus propias carnes en forma de lesiones. «En septiembre del año pasado sufrí en Artajona una rotura de fibras en el recto interno del muslo derecho y estuve dos meses de baja. Me costó recuperarme. Y hace dos años primero se me salió el hombro izquierdo –mes y medio en el dique seco– y después me rompí un nervio del brazo derecho. Los médicos me dijeron que tenía que estar siete meses sin jugar, pero reaparecí antes. La más gorda fue en mi primer año con Asegarce, me rompí el dedo meñique», recuerda. «En esos momentos aprendes a sufrir y a madurar como pelotari. A pesar de lo malo, me vino bien», añade.

Peña II debutó el 8 de octubre de 2016 en el Beotibar de Tolosa y desconoce aún lo que es ganar una txapela. Ha estado muy cerca, pero la suerte le ha dado la espalda hasta ahora. En su palmarés figuran dos subcampeonatos del Cuatro y Medio Promoción (2017 y 2018) y otro del Parejas Promoción (2017). «Estoy jugando muy a gusto y Jon Ander también lo está haciendo a gran nivel. Pero quizás en julio, después del confinamiento, estuve mejor que ahora de juego. Y eso que no pude realizar muchos entrenamientos en frontón», apunta.

Los guipuzcoanos son los únicos representantes de Baiko en la liguilla de semifinales –Olaizola II-Rezusta, Urrutikoetxea-Imaz y Artola-Aranguren– se quedaron en el camino, de ahí que la carga de responsabilidad sea mayor. «Ahora mismo no pensamos en eso, para nosotros es un premio estar aquí, con los mejores, y debemos seguir a lo nuestro. Había muchas expectativas puestas en Aimar y Rezusta, todo el mundo les veía en semifinales y ha sido una sorpresa que se hayan quedado fuera. Beñat ha sufrido mucho, no ha estado al mismo nivel al que nos tenía acostumbrados».

Pero a pesar de su bisoñez, ha sido capaz de plantar cara a Elezkano II y Zabaleta, los grandes candidatos a la txapela. «Ganamos en la primera vuelta en Pamplona (20-22) y volvimos a hacerlo en la segunda en Bilbao (15-22), pero ahora todos comenzamos de cero. Hemos demostrado que podemos competir contra todos. Albisu está haciendo un campeonato tremendo, es un lujo jugar con él. Hace un gran trabajo que no se ve. Me ayuda mucho adelante en defensa y cubre cancha además de soltarle cuanto tiene oportunidad», apunta.

Pero el domingo sus rivales son Ezkurdia y Ladis Galarza, otra pareja al alza y con juego. «Son una pareja muy fuerte, Ezkurdia le da una velocidad terrible a la pelota y enredarse con él no es lo más conveniente. Y cuando Ladis goza la pone muy atrás. Perdimos contra ellos el primer partido de la liguilla de cuartos en el Beotibar (22-14). Ese día no jugué porque estaba aislado al haber tenido contacto con una persona contagiada por coronavirus y Zubizarreta III ocupó mi lugar, pero luego les ganamos bien en el Labrit (7-22). Vamos partido a partido, no queremos pensar más allá».

Peña, que está a punto de terminar sus estudios de Ingeniería Mecánica en Ordizia, está agradecido a su empresa «por la confianza que han depositado en mí. Apostaron fuerte, sobre todo por que hubo gente importante que se quedó fuera», concluye.