Arrobas de mérito junto a quintales de juego y de admiración

Los 150 espectadores presentes este domingo en el frontón Agustina Otaola de Errenteria, cuya capacidad estaba limitada por las restricciones de la crisis sanitaria, así como quienes no pudieron acceder al recinto porque se llenó y los pelotazales que siguieron los partidos por televisión comparten un sentimiento común de admiración hacia los ocho finalistas del Laboral Kutxa sari nagusia de pelota adaptada. El mérito de todos es indiscutible. Pero al mismo tiempo hay que reconocerles la capacidad de dar espectáculo por quintales.

Numerosos ingredientes condimentaron la emocionante final de silla de ruedas ganada 22-25 por Aritz Senperena y Mikel Merino ante Hilario Olano y Beñat Lizaso. Estuvieron 21-21. No ahorraron ni una sola gota de sudor durante 54 intensos minutos.

Con anterioridad, Leire Esnal y Eneko Sagarmendi superaron 25-11 con autoridad a Iñaki Divasson y Xabier Arizkorreta, agarrotados por los nervios.

El oiartzuarra Lizaso juega de maravilla a pala. Sentado y sobre ruedas, demuestra una soltura propia de grandes palistas de a pie. Esta vez se le escapó el triunfo, pero su calidad quedó plasmada sobre la cancha, al lado de un voluntarioso Olano al que su compañero da el bote de la pelota para ejecutar el saque. La solidaridad reina en esta disciplina. El de Alegia fue el único que utilizó una raqueta en lugar de la pala.

Senperena, el delantero campeón, es de Goiatz. Discapacitado físico de nacimiento, posee un tren superior fortísimo que le ayuda a desplazarse como un rayo con la silla. La domina como pocos y llegó a decenas de dos paredes lanzadas por el zaguero rival. Encontró un excelente complemento en Merino, un donostiarra sin discapacidad muy implicado en la pelota adaptada y que participa gracias al carácter inclusivo de la modalidad.

La emoción estuvo a flor de piel. También en la primera de las dos finales a pesar de la amplitud del resultado. La zumaiarra Esnal, única chica finalista, y el errenteriarra Sagarmendi revalidaron el título en una jornada que acabó con el homenaje póstumo a Mikel Izagirre, fundador del club Mindara y persona clave en el desarrollo de la pelota adaptada.