«Trabajando y peleando se alcanzan metas»

– ¿Qué significa tener la oportunidad de participar en los FIA Motor Games?

– Son como los Juegos Olímpicos del motor. Es la leche. Un sueño. Un bombazo. Es difícil saber qué nivel tendrán mis rivales así que trataré de prepararme lo mejor posible.

– No es fácil hacerse un hueco en el mundo del motor.

– Hace falta conseguir resultados y tocar muchas puertas para tener la posibilidad de competir. He peleado mucho. Lo mío es obsesión por el motor. Mi primo mayor fue el que me envenenó con el tema de las carreras. Me enseñó técnicas y cuando tuve mi primer trabajo empecé a ir al karting de Tolosa con regularidad. Me gastaba un dineral, pero es que lo que más me gustaba. Todas las tardes que podía, me iba a dar vueltas y vueltas. Con 16-17 años, me apunté a un campeonato que se llamaba Kraks Racing Euskadi. Éramos amateurs sin dinero para comprar nuestro kart, que competíamos por circuitos de Euskadi con los karting de alquiler de cuatro tiempos. Ese fue mi primer paso en la competición. Algún kart corría más que el otro, otro iba mejor en curva...

– Pero una cosa es el kart y otra el coche.

– En 2018 seguía teniendo la espinita así que empecé a buscar por internet, alguna selección de pilotos que me pudiera abrir alguna puerta. No sabría decir en cuántas páginas de internet me metí. Cientos, miles... hasta que di con Imarti Motorsport, que son dos hermanos que corrieron en rallie, montaron una escuela e hicieron una jornada en Madrid, en el circuito de Prunetti, con pruebas de destreza, entre conos. Conseguí llevarme el primer premio y correr mi primera carrera 24 horas con todo pagado.

– ¿Se le empezó a creer?

– Al principio tuve un poco el miedo porque iban como locos pero resulta que al final yo era uno de ellos. Fue una bonita experiencia y muy buena en cuanto a resultados. Tuvimos mala suerte con un par de averías del coche que nos retrasaron, pero a nivel personal me quedé muy contento. Entonces seguí buscando porque el que busca, encuentra, ¿no? Acabé en las cuatro horas de resistencia del Jarama tras pasar una selección con Royal Experience. Corrí con un Golf GTI MK2. En la carrera pisé un piano y tuvimos problemas con el coche.

– Y así hasta que...

– La revista AutohebdoSport realizó una selección de pilotos y fui el elegido entre 130. Me costó porque había nivelazo. El mayor premio, el mayor que he conseguido hasta ahora: correr toda la temporada de la Copa Kobe Motor, en la que he sido subcampeón. La verdad es que aprendí un montón. El Toyota con el que competí es pequeño, con poca potencia, pero ir todos los pilotos con el mismo coche, es divertido.

– Y de ahí a FIA World Games.

– Del 23 al 27 de octubre son. Es un bombazo. He llegado hasta aquí peleando mucho porque ha habido momentos en los que me veía con una mano delante y otra detrás, pero una vez que ya estaba en la buena dirección, entendí que no podía rendirme. Seguí buscándome por tema patrocinadores, hablando con muchas empresas. Por el momento tengo el respaldo de AutohebdoSpor, cristalería Edyma, Hierro Mano y asesoría Vega.

– ¿Se le empezó a creer?

– No sé a qué rivales me voy a medir porque todavía no está cerrada la participación, pero me hace una ilusión terrible poder estar en Valencia en esa cita.

– Pero a su vuelta, sin poder pasar de 50 kilómetros por hora en su profesión de conductor de autobuses. ¿Cómo lo lleva?

– Lo llevo bien. Siempre digo que para correr están los circuitos y que en carretera con otros hay que respetar las normas. Estoy de chófer de autobuses en Irun. Hago trayectos urbanos como servicios discrecionales, viajes a Francia, hago de todo. Me encanta mi profesión pero, claro, mi meta es poder tener apoyos suficientes para dar el salto de categoría en el mundo del motor. Ese es mi gran sueño, por el que pelearé.