«Sin Mari Carmen Facal siempre a mi lado, no habría sido el que soy»

Andrés encontró muy joven el complemento ideal. Se casó con Mari Carmen Facal, su gran colaboradora para llegar tan lejos en el automovilismo. «Sin ella no hubiera hecho nada. Muchas mañanas al levantarme suelo decirle que no sé lo que hubiera sido de ella sin mí, pero yo sin ella no hubiera llegado». Además del coche, Andrés ha trabajado mucho en la empresa de los remolcadores. «Antes de conocer a mi mujer estudié para capitán de la marina mercante y lo dejé, porque no era lo que quería. También quise ser piloto y saqué el título de avioneta, pero lo que sí estudié fue para diplomatura de turismo, en la EUTG». Pero había que saber de mar. «Me preparé más y empecé a trabajar con los remolcadores, primero de marinero hasta la dirección que compartí con el mayor de mis cuñados y Mari Carmen. Llegamos lejos».

Y nació primero Ander, con su pronta afición al motor. «Lo vivió muy de cerca con nosotros y hay que decir que ha sufrido mucho para llegar a donde está. En mi casa sufrimos el asesinato de mi cuñado por ETA y el chaval vivió esos momentos. También ser el hijo de Filo -así me llamaban- y lo superó con un gran expediente académico».

Tampoco ha sido un camino de rosas la trayectoria de Ángela en este mundo de hombres. «Menos mal que tiene un carácter fuerte. Ha ganado carreras ante hombres que trataban de minimizar. Este año le ha fichado Opel como piloto oficial de rallyes y es otro de sus logros. No le solucionará la vida, pero es algo muy bonito para ella y un reconocimiento más».

Por si había poca gasolina en esa casa, llega Efrén Vázquez. «Me siento orgullosísimo del marido de Ángela. Es la mejor adquisición, un chico bueno, trabajador, responsable y además un gran piloto. Estoy feliz porque sé que tanto Ander con Irune y Ángela con Efrén van a aportar algo importante a la educación de nuestro deporte del motor. Tenemos un circuito en Olaberria que puede aportar mucho y lo consideramos la gran obra de la familia, con nuestro gran amigo Iñaki , que es como un hermano para nosotros. Espero no tener ningún nieto como practicante, pero sí como ingeniero, como profesores, ayudantes... Que estén en ese mundo que es el nuestro».