Pelota, herri kirolak y remo, disciplinas con label
Básicos en el tejido deportivo, estructuras modernas contrastan con iniciativas para adecuarse a los nuevos tiempos
Pelota, remo y herri kirolak forman parte importante de la estructura deportiva de Gipuzkoa. No solo representan la idiosincrasia vasca, sino que su implantación en el territorio es innegable y amplia. La pelota y el remo poseen un número alto de clubes, lo que les empareja a otras disciplinas. El herri kirolak, salvo en el caso de la sokatira, se ha desarrollado históricamente a nivel individual, pero en los últimos años han surgido escuelas con el fin de fomentar alguna modalidad en concreto y acercarla a los jóvenes.
En la lista de la Federación Guipuzcoana de Pelota figuran 75 clubes, casi tantos como los 88 municipios del territorio. Esta cifra ayuda a comprender la actividad existente, si bien distintos agentes subrayan estos últimos años la merma del número de practicantes entre los más jóvenes, en las categorías de menor edad. Conscientes del problema, clubes y federación tiran de imaginación y se fijan en otras disciplinas para tratar de encontrar soluciones.
La empresa Aspe de Eibar, dedicada a la mano profesional, está fuera de la actividad federativa. Englobada en la Liga de Empresas de Pelota a Mano junto a la vizcaína Baiko, su funcionamiento es ajeno a este organigrama, tal y como sucede con la promotora JaiAlive de cesta punta o con Oriamendi 2010 de remonte, responsable de la escuela de Galarreta, dedicada a la formación de noveles.
La pelota aficionada posee numerosos torneos privados organizados a lo largo del año por los clubes
Con la mano como motor principal, es palpable la crisis de modalidades como el remonte. La cesta punta funciona en Mutriku, Zumaia, Donostia, Hondarribia y Tolosa, mientras que la pala corta y la paleta cuero se mueven también en ámbitos menos extensos que la mano.
Torneos todo el año
La Federación Guipuzcoana posee un amplio calendario que empieza en septiembre con los campeonatos territoriales de todas las modalidades, cuyos mejores clasificados acceden a las ligas vascas, programados a partir de primeros de año. El resto pasan al Udaberri saria con el fin de mantener activos al mayor número posible de pelotaris desde cadetes a sénior.
La selección de Gipuzkoa compite desde marzo a mayo con La Rioja, Araba, Bizkaia, Navarra e Iparralde en el GRABNI. Y primavera es la época del Interpueblos, distribuido en cuatro especialidades: mano, cesta, pala corta y paleta cuero juntas, y paleta goma, la de incorporación más reciente. Distingue al Interpueblos la opción de conformar los equipos con pelotaris de la misma localidad, independientemente del club al que pertenezcan. Creada en 1968, es una competición arraigada y querida.
La Guipuzcoana también atiende a disciplinas como el rebote a través del Memorial Enrique Abril.
Otra de las peculiaridades de la pelota es la proliferación de torneos privados, organizados por distintos clubes en todas las estaciones del año. La mayoría se disputan en sedes fijas. Algunos coinciden con fiestas patronales. Otros, como el Torneo Bankoa ABANCA-DV, recorren numerosos frontones y abarcan un ámbito territorial más amplio con salidas incluso a La Rioja.
El remo, en la costa
El entorno del remo es la costa. Diecinueve clubes componen la Federación Guipuzcoana. Deba es el único pueblo del litoral sin estructura organizada, algo que sí tienen en cambio localidades del interior como Tolosa, Hernani y Errenteria. Remeros de las distintas categorías –incluidos los veteranos–, técnicos, jueces y directivos totalizan este año 1.862 licencias.
Las principales competiciones de traineras se desarrollan al amparo de las distintas ligas integradas por los clubes, ACT, ARC y Euskotren, o del Ayuntamiento de Donostia, organizador de la Bandera de La Concha, la gran cita del año. La Guipuzcoana, como la Vizcaína, conserva su campeonato territorial, la Vasca programa el de Euskadi y los clubes montan descensos de traineras y regatas de preparación previas a las ligas.
En paralelo a ese organigrama, la Federación Guipuzcoana posee en coordinación con la Vasca un amplio calendario con dos ramas complementarias: el banco móvil –permite competir a nivel internacional y tener opciones de ser olímpico– y el banco fijo con bateles, trainerillas y traineras. Asimismo, hay regatas privadas como la de San Telmo en Zumaia o la del barrio donostiarra de Loiola.
La articulación de la actividad del herri kirolak es distinta a la de la pelota y el remo, más individual que en grupo. Iniciativas a nivel de harrijasotzailes como la de Zarautz Kirol Elkartea o la del Joseba Ostolaza harri eskola de Orio incorporan modernidad a nivel organizativo y son intentos de equipararse al modo de hacer de otros deportes. Con éxito, por cierto, ya que han atraído a jóvenes practicantes e incluso a mujeres, lo que duplica su valor. Mutriku e Ibarra son los clubes que persisten actualmente en sokatira, materia con mayor presencia en su día.
Dieciocho modalidades
El herri kirolak abarca 18 modalidades y en la gran mayoría las licencias se expiden a título individual sin el marco de clubes. Es el caso de la aizkora. Carece la Guipuzcoana de barrenadores y este año no se han organizado campeonatos de carreras con sacos, lanzamiento de fardos y careras de marmitas.
Durante esta temporada se han disputado 21 campeonatos oficiales y el calendario ha incluido más de cien pruebas de distintas modalidades, organizadas algunas por ayuntamientos –Igeldoko Harria, Urrezko Kopa...– y otras por entidades tanto deportivas como culturales. Dar cuenta a la federación es indispensable para disponer de jueces y de cobertura reglamentaria. Es obligatorio, además, para las pruebas con animales por orden del Gobierno Vasco.
En la actualidad, la Federación Guipuzcoana posee alrededor de 250 licencias de deportista y cuenta asimismo con ocho jueces para cubrir el calendario.
