Lucas Eguibar, a un paso de ganar el Globo de Cristal

Y lo que es todavía mejor: ninguno de sus rivales directos en la general de la Copa del Mundo consiguió el acceso a la final, por lo que la ecuación que Eguibar había dibujado en las horas previas para tratar de asaltar el liderato salió a pedir de boca. Él lo bordó y sus rivales fallaron -el líder de la general Noerl acabó séptimo- así que se presenta en la última prueba de la temporada en segunda posición de la general, y por tanto con todas las opciones de poder ganar un trofeo que ya conquistó en 2015.

Eguibar llegó a Canadá en la tercera plaza de la general a 48 puntos del líder Martin Noerl y a 9 del segundo, el italiano Omar Visintin. Tras la cita de ayer ha ascendido a la segunda posición, rebasando a Visintin y su desventaja respecto al alemán Noerl ha menguado a la mitad, a 24 puntos. Teniendo en cuenta que cada prueba otorga 100 puntos al ganador, 80 al segundo, 60 al tercero y 50 al cuarto, todas las posibilidades están sobre la mesa. Nadie puede dar nada por hecho, mucho menos en una disciplina como esta en la que cualquier enganchón o despiste puede echar al traste la preparación de una temporada.

Hay varios escenarios posibles para alzarse con el Globo: que gane Eguibar y Noerl sea tercero; que acabe segundo y su rival cuarto; si es tercero, el alemán tendría que ser séptimo (empate a puntos); Eguibar puede ser cuarto, pero en este caso Noerl no puede estar entre los ocho primeros.

Eguibar va rápido en Mont Saint Anne. Es lo que marca la diferencia en este deporte. Hay pistas en las que no se acierta con las ceras que se dan a la tabla y la tabla no corre. No es su caso en esta ocasión. Eguibar se ha adaptado bien a las condiciones de una pista pequeña, con tres curvas a izquierdas y dos a derechas, y hoy no debería cambiar.

El donostiarra respondió ayer con creces tras pifiarla hace quince días en su pista fetiche de Veysonnaz, a la que llegó líder tras ser primero y segundo en Sierra Nevada y de la que salió tercero. Tranquilo, sobre una pista poco revirada, dominó la serie de octavos, ronda en la que quedó varado el italiano Omar Visintin, que llegaba segundo de la general. También entró por delante, sin aspavientos, en unos cuartos en los que coincidió con Noerl y en los que el alemán sufrió para seguir vivo. La tercera exhibición del donostiarra llegó en la semifinal, dejando fuera de la carrera por las medallas a su gran rival. En la final Eguibar empezó un tanto retrasado y tras pasar tercero por la primera toma de tiempos no pudo mejorar esta posición en la línea de llegada.

Eguibar empezó la presente Copa del Mundo siendo cuarto en Les Deux Alpes (Francia), y después del jarro de agua fría del Campeonato del Mundo, en el que sólo pudo ser el 33º, supo reorientar la nave y ganar en confianza para ser primero y segundo en las dos pruebas de Sierra Nevada, resultados que le catapultaron a lo más alto de la general.

Para él, esta era una temporada de interrogantes porque en junio del pasado año entró en quirófano para corregir las molestias en la espalda que le vienen acompañando en los últimos años y no sabía bien cómo iba a responder.

Sus sensaciones desde el arranque de la temporada siempre han sido buenas porque las molestias han menguado y porque recupera. Desde bien pronto no tuvo problemas en confesar que se veía peleando por el Globo de Cristal.

Tras bajar del podio, Eguibar se mostraba convencido de poder ganar la que sería su segunda Copa del Mundo: «Estoy muy contento por mi carrera. Sabía que iba a estar muy reñido. La primera parte del circuito es muy planito y las curvas son muy estrechas, entonces estaba pensando en no cometer errores en esta zona del circuito porque en los entrenamientos sí que los cometí y se pierde mucha velocidad. He intentado estar tranquilo en esta parte, esperar y luego abajo sabía que era rápido, absorbiendo los saltos soy bueno y puedo hacerlo muy bien y es lo que he hecho. La carrera me ha salido muy bien, la tabla iba volando y estoy súper feliz. Veinticuatro puntos para la general. Creo que podemos hacerlo. Es un objetivo que tenemos al alcance de la mano. Nunca he estado tan motivado y vamos a por ello».

Campeón del mundo en 2021 (Idre Fjäll, Suecia), Eguibar suma cinco victorias en la Copa del Mundo -tres en Veysonnaz, Suiza; y dos en Sierra Nevada- y hoy buscará su segundo Globo de Cristal. La de ayer es la decimoséptima vez que sube al podio en una prueba de la Copa del Mundo.