El golf entra en una nueva dimensión

Si la aparición de la Liga saudí con su montaña de petrodólares, la LIV golf, ha supuesto un antes y un después en este deporte, no menos lo será el nacimiento de la TGL. Uno de los deportes más tradicionales se dispone a cruzar una nueva frontera. Rompedora como mínimo. El martes 7 se estrenará TGL, una liga por equipos impulsada por Tiger Woods y Rory McIlroy, que contará con las grandes figuras del PGA Tour y que, como principal novedad, se disputará en un gigante simulador instalado en un pabellón construido específicamente para ello, el SoFi Center de Florida.

El propósito de TGL, cuyos partidos se disputarán en prime time de lunes o martes, es hacer el golf más atractivo, sobre todo para las nuevas generaciones, con encuentros que durarán alrededor de dos horas, con un cronómetro de lanzamiento de 40 segundos, y en los que se podrá escuchar a sus protagonistas.

No es éste el primer deporte que ha entendido que las largas retransmisiones televisivas son difícilmente digeribles para quienes solo entienden de consumo rápido e inmediato. La NBA ya ofrece paquetes de partidos en televisión con accesibilidad solo al último cuarto y no hay más que reparar qué deportes están llegando al programa olímpico (skate, surf, snowboard...).

La TGL es la iniciativa más ambiciosa para fusionar el juego electrónico y los deportes profesionales. «No es nada parecido a lo que hemos visto antes, especialmente en el golf», ha dicho McIlroy. «Veo esto como complementario a todo lo que está sucediendo en el mundo del golf».

Por el momento la nueva liga ha asegurado una asociación televisiva clave con Sky Sports, convirtiéndose en el transmisor exclusivo de sus dos primeras temporadas en el Reino Unido, Irlanda, Italia, Alemania, Austria y Suiza. Canal Plus será el medio en Francia. Mientras tanto, los aficionados en Estados Unidos podrán seguir toda la acción en ESPN. Conectarse a alguna de ellas será la posibilidad que tiene el aficionado guipuzcoano.

Desde el punto de vista de la producción, esta nueva liga es terriblemente eficaz si se compara con un torneo al aire libre, en el que cuesta al menos un millón de euros cablear un campo de golf para la televisión.

El encuentro entre New York Club (lo componen Matt Fitzpatrick, Rickie Fowler, Xander Schauffele y Cameron Young) y The Bay Golf Club (Ludvig Aberg, Wyndham Clark, Min Woo Lee y Shane Lowry) del martes 7 (a las 21 horas de la costa este de EE UU, las 15 horas de España) dará el pistoletazo a una liga regular compuesta por 15 partidos de temporada regular en los que competirán tres de los cuatro golfistas de cada uno de los seis equipos.

Cada encuentro se disputará a lo largo de 15 hoyos designados exclusivamente para la liga, jugándose los nueve primeros en un formato de tres contra tres alternándose golpes, mientras que los seis últimos serán individuales en el clásico match play. Los cuatro mejores equipos del curso avanzarán a las semifinales, y la final, una eliminatoria al mejor de tres, será entre el 24 y el 25 de marzo, antes del inicio de la temporada de majors. Cada hoyo ganado reportará un punto, mientras que si se empata nadie sumará.

TGL no se solapará con ningún torneo del PGA Tour, de ahí que se juegue los lunes y los martes (el primer partido, por ejemplo, será dos días después de The Sentry, el primer torneo designado del curso), y su ambición es la de revitalizar el golf. Por ello se jugará en el SoFi Center, un complejo de lujo construido especialmente para esta liga y en el que entrarán 1.500 fans para crear una atmósfera eléctrica.

Los tiros de salida o de aproximación se realizarán sobre hierba o arena real contra una pantalla de 315 metros cuadrados y una altura de cinco pisos, y cuando se acerquen a unas 50 yardas del hoyo se dará paso a la acción alrededor de un área de más de 2.000 metros cuadrados –cuatro canchas de baloncesto– con un green que irá cambiando en cada hoyo gracias a su capacidad para cambiar caídas y contornos. La plataforma giratoria pesa 90 toneladas y soportará un green de 360 toneladas.

TGL contará con un total de 30 hoyos diseñados expresamente para la ocasión por figuras de renombre en la construcción de campos que se inspirarán en recorridos emblemáticos y de todo tipo de condiciones: de costa, links, desérticos... Habrá también hoyos de diseños imposibles.

Esta rompedora cita contará con lo mejor del PGA Tour (a excepción de Scottie Scheffler), con el que trabaja de la mano, aunque no habrá por el momento estrellas de LIV Golf (Jon Rahm, por ejemplo, llegó a estar inscrito hasta que desapareció tras su fichaje por la superliga saudí). Schauffele, Morikawa, Thomas, Aberg... Aunque los buques insignia son sus impulsores, Tiger Woods (que no tendrá que hacer largas caminatas para poder jugar) y Rory McIlroy.

Cada equipo, además, tiene inversores bastante conocidos: Stephen Curry, Giannis Antetokounmpo, las hermanas Williams, Alex Morgan, Klay Thompson, Alex Albo, Niall Horan y Fenway Sports Group (éste último propietario de Liverpool).