El donostiarra que ha tenido que emigrar para crecer
La falta de horas de hielo en la instalación de Amara empuja a Euken Alberdi a instalarse en Lyon. «Mi sueño son los Juegos Olímpicos y de ahí mi decisión», confiesa
Euken Alberdi es otro de tantos patinadores que ha tenido que salir fuera para seguir progresando principalmente porque en San Sebastián no dispone de las horas de hielo que necesita un deportista para alcanzar cotas altas. El Palacio del Hielo de Amara no da para más. El primer turno en el hielo arranca a las 6.45 horas con los patinadores de Izotz Anoeta y acaba de madrugada cuando los equipos de hockey hielo finalizan sus entrenamientos. «No creo que sea necesario salir fuera, pero tampoco creo que sea casualidad que, normalmente, la mayoría de éxitos se han dado en el extranjero. Javier Fernández, el mejor patinador que hemos tenido, se entrenaba en Estados Unidos y Canadá», confiesa resignado este donostiarra, de 21 años.
Residió en Grenoble durante un tiempo y ahora se ha trasladado a Lyon, «a un pequeño estudio» próximo a la instalación en la que se entrena a las órdenes del reputado técnico francés Yoann Deslot, mientras prosigue con sus estudios a distancia de INEF. «Estoy contento. Es una decisión de la que no me arrepiento. Es cierto que tenemos grandes patinadores en España, la mayoría en Madrid, porque es donde más pistas de hielo hay. Pero sí, en Lyon hay mejores condiciones para entrenar más horas, con mejor calidad y mayor rendimiento», insiste.
En su estancia en Lyon, Alberdi tiene posibilidad de realizar tres sesiones al día. «A primera hora hacemos una sesión de hielo un poco más calmada, para ir como calentando. Luego, al mediodía, otra más larga y a la tarde volvemos a hacer otra sesión para meter más caña. Paso tres o cuatro horas en el hielo, más calentamientos, preparación física, baile y demás».
Alberdi forma parte de un grupo de entrenamiento de alto rendimiento en el que están algunos de los mejores patinadores de Francia. «El Lyon es un club de patinaje muy grande y el grupo en el que estoy es el de mayor rendimiento. Hay otro español y otros patinadores de diferentes puntos de Francia que han decidido trasladarse a Lyon para poder entrenar con este técnico», puntualiza. Entre ellos, «uno de los franceses que más nivel tiene, que seguramente estará en los Juegos Olímpicos, y otras dos o tres chicas que tienen mucho nivel».
El objetivo de este donostiarra es claro. «Seguir peleando en el podio de España, me gustaría llegar a ser campeón porque eso me daría el pase a los Mundiales, al Europeo y a poder luchar por plaza olímpica para los Juegos de 2026, que es mi sueño, por lo que me entreno cada día». En los dos últimos años ha ocupado la tercera plaza en el Campeonato de España, peleando por la plata con Tomás Guarino siempre en la primera posición.
Alberdi siente que la decisión de salir fuera le ha ayudado a progresar «mucho en poco tiempo». y que ha alcanzado la madurez en un deporte en el que hay pocos patinadores que sean mayores de 25 años. «Si no puedo competir en los Juegos de 2026, que es difícil, creo que podría llegar a los de 2030, que además son en Francia. Voy a hacer todo lo que esté en mi mano».
«Siempre con una sonrisa»
Si se le pide que se defina como patinador, Alberdi no deja ni terminar la pregunta. «Soy muy trabajador y con un aire alegre y gracioso. Siempre me han dicho que da gusto entrenar con gente como yo, que tiene una sonrisa en la pista de hielo y que saca el lado bueno a todos. Creo que es muy importante, sobre todo a la hora de estar en el hielo, en el que pasamos muchas horas solos, pero también con nuestros compañeros y sobre todo cuando actuamos, porque no deja de ser un deporte artístico y tenemos a un jurado que está delante nuestro viendo cómo hacemos las coreografías, además de todos los elementos técnicos».
Defiende Alberdi que no todo en el patinaje artístico son los ejercicios, que hay algo más. «Normalmente la gente se acuerda más de aquellos patinadores que patinan más bonito, que transmiten más. Hay mucho patinador que hace baile. A mí siempre me ha gustado mucho el teatro, lo he hecho siempre en la ikastola, y ahora algunas veces he hecho actividades, he ido a distintos sitios para trabajar distintas formas de expresión... He hecho hasta actividades con animales. Lo más importante es ir conectado con la música».
Así que la elección de la música es fundamental, a su juicio. «Siempre he hecho músicas más marchosas, porque soy un poco así, un poco más loco, descontrolado, pero yo creo que también me gustaría mezclarlo con músicas un poco más clásicas, que requieran un poco más de estilo y un poco más de baile así como más tranquilo. El próximo año voy a empezar ya a mezclar un poquillo las dos cosas. Lo decidimos a medias con el entrenador».
Es fácil llevarse por influencias de otros patinadores, pero Alberdi considera que «cada uno tiene que trabajarse su camino porque la mitad de la puntuación sigue siendo la parte técnica y si los saltos no están ahí, si las piruetas no están ahí, los pasos y todo lo que hacemos, pues tampoco nadie te va a dar nada». Por el momento, recién acabada la temporada, prepara las nuevas coreografías y se dispone a viajar por Europa para contactar con otros competidores y técnicos de los que seguir aprendiendo y afinando.
El único patinador en España que hace el mortal hacia atrás
Euken Alberdi hace lo que nadie en España entre los patinadores: un mortal hacia atrás. «Están apareciendo patinadores y movimientos nuevos: saltos de ya cuatro vueltas y media en el aire, mortales hacia atrás.... La Federación Internacional está empezando a cambiar el reglamento. Se está rumoreando que el próximo año también se pueda permitir hacer el mortal hacia atrás en el hielo, que es un elemento que a mí me gusta mucho hacer pero que hasta ahora estaba prohibido. Es algo que desde pequeño me había encantado ver en los espectáculos y que cuando tuve la oportunidad de conocer a alguien que lo hacía aproveché para aprenderlo yo también. Ahora lo hago sólo en espectáculos».
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