José Ignacio Asensio, Ignacio Núñez y Mónica Pedreira, ayer en Illunbe, el Angulas Aguinaga Arena. Lusa

Illunbe, un pabellón con marca ecológica

El Gipuzkoa Basket mete un triple, con la ayuda de la Diputación, y se convierte en el primer club de baloncesto en calcular y certificar su huella de carbono

Enrique Echavarren

San Sebastián

Viernes, 12 de enero 2024, 01:00

La foto de familia con la que concluyó la puesta de largo del acuerdo al que han llegado el Gipuzkoa Basket y la Diputación Foral de Gipuzkoa para la erradicación de la huella de carbono en el pabellón donde el equipo donostiarra juega sus partidos de LEB Oro tuvo lugar este viernes en Illunbe, el Angulas Aguinaga Arena, mientras los jugadores realizaban tiros de calentamiento en una de las canastas.

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Los Oroz, Motos, Carlson y compañía se sorprendieron al ver a tanta gente en la cancha. Están acostumbrados a entrenar en silencio, lejos del mundanal ruido, para mantener la concentración pero son conscientes del paso que ha dado el club guipuzcoano. Hace unas semanas varios jugadores, junto con el entrenador, Mikel Odriozola, realizaron una plantación de árboles en la zona de Molinao en colaboración con la Fundación Naturklima. Es decir, los jugadores meten triples a los rivales y se movilizan para frenar, en la medida de lo posible, los efectos del cambio climático.

Ignacio Núñez, presidente del Gipuzkoa Basket, y José Ignacio Asensio, diputado de Sostenibilidad, volvieron a personificar el acuerdo de ambas entidades para que el club, Illunbe, el público y los jugadores sean un ejemplo para la sociedad. «Esta acción demuestra la responsabilidad ambiental del Gipuzkoa Basket y establece un valioso precedente para otras organizaciones en el camino hacia una gestión más sostenible», declaró Asensio, fiel seguidor de los encuentros del GBC.

El Gipuzkoa Basket es el primer club de baloncesto en calcular y certificar su huella de carbono por una entidad externa de referencia como AENOR y ha procedido a su inscripción en el registro de huella, compensación y proyectos de absorción del Ministerio para Transición Ecológica y Reto Demográfico. Esta certificación es el resultado de una colaboración pionera entre Naturklima y Gipuzkoa Basket, estableciendo un precedente en la lucha contra el cambio climático desde el ámbito deportivo.

«Es un logro que ha conseguido el club con esfuerzo y dedicación. El Gipuzkoa Basket es más que un club de baloncesto, vamos más allá del deporte. Nuestra apuesta por la sostenibilidad y el reciclaje es clara. Somos el primer club de baloncesto del Estado en conseguir este reconocimiento y supone un motivo de orgullo», declaró Núñez.

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El GBC se compromete a buscar constantemente nuevas formas de reducir su impacto ambiental y fomentar una cultura de sostenibilidad no sólo dentro del club, sino también entre sus aficionados y la comunidad en general.

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José Ignacio Asensio, Ignacio Núñez y Mónica Pedreira, ayer en Illunbe, el Angulas Aguinaga Arena. Lusa

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Unión. El Gipuzkoa Basket mete un triple, con la ayuda de la Diputación, y se convierte en el primer club de baloncesto en calcular y certificar su huella de carbono

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