Unai Emery, de Gipuzkoa al mundo entero

Dieciseis años después, el entrenador guipuzcoano, con pasado también en la Real Sociedad, es uno de los técnicos más prestigiosos de la última década en el mundo del fútbol. Ha dirigido a clubes históricos como el Valencia, el Sevilla, el Arsenal o el Paris Saint Germain, y de su sabiduría han aprendido jugadores como David Villa, Ivan Rakitic, Gerard Moreno, Neymar Junior, Kylian Mbappé, Marco Verratti, Juan Mata, David Silva, o Thiago Silva, entre otros. En sus vitrinas lucen resplandecientes cuatro Europa Leagues (el entrenador más laureado de la competición), y en Francia con el PSG ganó una Liga, dos Copas, dos Copas de la Liga, y dos Supercopas.

De carácter nervioso e impulsivo en el campo, Emery ha cimentado su carrera profesional en los banquillos en miles y miles de horas de estudio y trabajo concienzudo. A diferencia de otros entrenadores como Zinedine Zidane, Diego Pablo Simeone, Didier Deschamps o Pep Guardiola, que ya comenzaron su trayectoria en los banquillos con el aura de grandes exfutbolistas, el que otrora llegara a ser jugador de Primera con la Real Sociedad ha llegado a la cima desde muy abajo, siendo una figura anónima.

Desde siempre obsesionado con los conceptos tácticos del juego, el de Hondarribia dio su primera orden desde un banquillo en unas circunstancias extrañas. Siendo todavía jugador del Lorca Deportiva en Segunda B cogió las riendas del banquillo del conjunto murciano, que estaba en esos momentos merodeando los puestos de descenso a Tercera, y el resto es historia. Colgó las botas, ascendió al equipo a Segunda, y en el siguiente año estuvo realmente cerca de subirlo a Primera. Unai Emery acababa de romper el molde. Fue uno de los precursores de la nueva hornada de entrenadores que se caracterizan por el exhaustivo trabajo de 'laboratorio' en los despachos para analizar a sus rivales.

En el verano de 2006 firmó con el Almería, al que ascendió de forma brillante a Primera División y con el que, un curso después, estuvo cerca de volver a hacer historia, dejando al conjunto andaluz cerca de los puestos europeos. Dos temporadas magníficas dirigiendo al cuadro rojiblanco le valieron para llegar a su primer gran banquillo, el del Valencia. Llegó a la entidad che después de una época convulsa con Ronald Koeman en el banquillo, y convirtiéndose así en el entrenador más joven de la historia valencianista. En las cuatro temporadas que estuvo en Mestalla logró meter al equipo en tres ocasiones en la Champions League, y llegó a las semifinaes de la Copa del Rey y la Europa League.

Tras un breve e infructuoso paso por el Spartak de Moscú, Emery regresó a la Liga para hacerse cargo del banquillo del Sevilla, donde relevó en el banquillo a Miguel González 'Míchel'. Con el club hispalense tocó el cielo en tres ocasiones consecutivas, ganando la Europa League en 2014, 2015 y 2016, y dejando un legado imborrable en el Ramón Sánchez Pizjuán, estadio en el que veneran al técnico de Hondarribia. A la escuadra andaluza también fue capaz de clasificarla para la Champions League, donde, eso sí, nunca ha sido capaz de obtener los mismos éxitos que en la otra competición continental. En 2016 llegó también a la final de la Copa del Rey, pero se encontró con una versión temible del FC Barcelona y perdió en un duelo disputado en el Vicente Calderón.

Las dos siguientes etapas de su carrera profesional le hicieron aterrizar primero en París y luego en Londres. Son, probablemente, los dos grandes borrones de su trayectoria como entrenador. En la capital gala nunca fue capaz de hacerse con el control de un vestuario conflictivo y lleno de jugadores con ínfulas de estrellas mundiales. La increíble remontada que sufrió en el Camp Nou (6-1) en los octavos de final de la Champions League fue el inicio del fin. Su proyecto en el Parque de Los Príncipes se torció aún más por culpa del Mónaco de Kylian Mbappé y Bernardo Silva, arrebatándole la Ligue One en 2017. El siguiente curso, el 17/18, ganó la liga, pero decidió marcharse y abrir un nuevo camino. Siempre estuvo en la diana del foco mediático francés.

Con el Arsenal alcanzó la final de la Europa League en la campaña 2018/2019, pero la perdió ante el Chelsea. No logró meterse en ninguna de sus dos temporadas en la Champions League y en noviembre de 2019 fue cesado. La prensa británica fue, también, implacable con sus errores, y generó en torno a su figura un debate interminable. Año y medio después, en el Villarreal y con otro guipuzcoano como Imanol Idiakez como mano derecha, el de Hondarribia se cobró su revancha personal echando de la Europa League en semifinales al Arsenal y dejando con la miel en los labios al Manchester United en la gran final. Puede que todo empezara en Lorca... y en el Stadium Gal. Dónde si no.