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Oyarzabal ya es un crack mundial
El txuri-urdin marca en la final de la Nations League ante Francia pero es insuficiente para que la selección se imponga en una final entretenida y marcada por la polémica
Mikel Oyarzabal está entre los mejores jugadores del mundo. Está consagrado y se puede elevar a esa categoría. Ya no hay dudas. Es igual que la opinión pública, sobre todo nacional, no valore debidamente las condiciones y partidos que viene realizando el eibarrés en los últimos años. Sus dos entrenadores, los que le tienen que poner sobre el verde, son conscientes de que tienen un diamante en bruto de 24 años que no para de crecer. Nadie sabe dónde están sus límites. Lo que es palpable es que si él quiere, si desea continuar su carrera en la Real durante muchos años, puede batir todos los récords. De momento, se consagra como 'míster finales'.
Durante la previa ya nadie lo ponía en duda. Oyarzabal iba a ser el '9' de la selección y el asturiano lo colocó en la punta de lanza. Y el realista, haciendo lo anormal de algo cotidiano, realizó un partidazo mientras pugnaba y compartía equipo con los mejores jugadores del planeta. Oyarzabal se tuvo que pegar con Varane, Koundé y Kimpembe, tres centrales de tronío que en el primer tiempo se volvieron locos persiguiendo al '21' que ayer iba de rojo. Salió de su sitió para desordenar la defensa, combinó con eficacia para mover rápido el esférico, hizo un traje a Varane que dio gracias por caer lesionado e hizo el gol que hizo soñar a la selección con que podía ganar la Nations League. Final que juega, final en la que marca. En los últimos seis meses Oyarzabal ha jugado tres finales y ha marcado en las tres.
España pegó primero con un golazo de Oyarzabal, pero Benzema empató acto seguido
Fue el héroe en La Cartuja al marcar un penalti que ya quedará para la historia de todos los txuri-urdin y también encontró en la final olímpica pese a que fue insuficiente para conseguir la presea más deseada. Y ayer, en un torneo nuevo, divertido y donde han competido las mejores selecciones europeas, realizó una jugada al más puro estilo Oyarzabal para colocar el 1-0.
Mucho antes ya estaba calentando para lanzar un penalti que el inglés Anthony Taylor no decretó. Rodri centró y el balón impactó en el brazo de Koundé, que tenía el brazo separado del cuerpo y en una posición en la que ocupaba un espacio innecesario. No lo consideró así el VAR y en la primera mitad no hubo demasiadas ocasiones, dejando las dos selecciones la traca final para los segundos 45 minutos.
España
Unai Simón, Azpilicueta, Eric García, Laporte, Marcos Alonso, Busquets, Gavi (Koke, min. 75), Rodri (Fornals, min. 84), Ferran Torres (Mikel Merino, min. 84), Oyarzabal y Sarabia (Yéremy Pino, min. 60).
1
-
2
Francia
Lloris, Koundé, Varane (Upamecano, min. 42), Kimpembe, Pavard (Dubois, min. 79), Pogba, Tchouaméni, Theo Hernández, Griezmann (Veretout, min. 92), Mbappé y Benzema.
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Goles: 1-0: min. 64, Oyarzabal. 1-1: min. 66, Benzema. 1-2: min. 80, Mbappé.
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Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó a Pogba, Koundé, Laporte y Mbappé.
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Incidencias: Partido correspondiente a la final de la Liga de Naciones, disputado en el estadio de San Siro ante unos 35.000 espectadores.
Fue Francia quién metió el miedo en el cuerpo a España. Una preciosa jugada combinativa gala terminó con un disparo del ex realista impactando en el larguero. Entró el encuentro entonces en un tramo frenético, apasionante y de puro fútbol y arte. Como el que dibujó Oyarzabal realizando una acción de quilates. Le da igual jugar de nueve, de extremo, de interior o ser el jardinero de Zubieta. En todas roza la perfección. El cuero estaba en las botas de Busquets y Oyarzabal realizó un desparque hacia dentro. Upamecano picó y cedió metros, clave para que el eibarrés tenga ventaja en la carrera. Pero el francés se rehizo y Oyarzabal chocó con él para tener un milímetro de segundo para pulir su obra de arte. A trompicones, fusiló con la izquierda cruzado mientras Lloris solo pudo seguir con la mirada la jugada. Por la acción, por el contexto, por todo lo realizado en el último año natural, Oyarzabal podría estar entre los 30 nominados al Balón de Oro. «Es la España de Oyarzabal», decían durante las retransmisiones. Pero la alegría duró poco porque en el campo estaba el que quizá merezca el mencionado galardón.
Sin apenas tiempo para saborear el tanto, Benzema tumbó todos los planes de Oyarzabal. El galo se sacó de la nada un golazo desde muy lejos. Esta jugada, también a la altura de muy pocos. Benzema controló lejos del área y disparó con el interior dándole a su chut una parábola perfecta para que el balón entrara por la mismísima escuadra. Simón voló y trató de parar el disparo a mano cambiada llegando a tocar el balón, pero insuficiente para que se empatara el partido. Quedaban 25 minutos y el partido no podía estar más bonito, hasta que la polémica emborró la final.
Aparece Mbappé
Esta vez fue Mbappé quién apareció como actor principal. Theo puso un buen pase al espacio para el jugador del PSG, que estaba en posición de fuera de juego. Pero entró entonces Eric García, que se lanzó al suelo tratando de parar el pase que esperaba Mbappé. El del Barcelona no despejó el cuero y fue a parar a la estrella francesa, que encaró a Simón, le regateó e hizo el 1-2 cuando todo el mundo miraba a Taylor. Consultado por el VAR, el gol terminó subiendo al marcador puesto que Mbappé condiciona el despeje del central, pero no interfiere. Es lo que está escrito en la regla, por mucho que debería ser modificada para que ese tipo de jugadas fuesen más justas.
Un posible penalti por mano de Koundé y un gol de Mbappé tras despeje fallido de Eric empañan una grandísima final
Francia se puso por delante, pero España tuvo dos ocasiones para llevar el partido a la prórroga mientras otro astro salido de Zubieta como Griezmann pasó desapercibido. Luis Enrique metió al realista Merino, que pudo regalar una asistencia a su compañero Oyarzabal en caso de que Lloris no se emergiese como héroe francés. El navarro alzó el periscopio y centró a un Oyarzabal que armó una volea perfecta en busca del empate. Pero enfrente estaba Lloris, que voló, puso el antebrazo derecho como una piedra y negó el empate al txuri-urdin. Acto seguido, Pino disparó con el mismo fin, empatar, pero apareció de nuevo el portero, que terminó de truncar una Nations League perfecta de Oyarzabal, que se consagra como uno de los mejores del mundo; dos asistencias perfectas a Ferrán ante Italia y tanto en la final.