Sin goles en derbi de Primera RFEF

La baja de Bravo, máximo goleador, obligó a Aitor Zulaika a recomponer la línea ofensiva. Oyarzun pasó a ocupar la punta de ataque y Seguín regresó al once inicial ante el equipo del que se desvinculó este verano. Un esquema sin delantero centro y con tres atacantes muy móviles para sacar de su posición a los tres centrales que alineó el técnico del filial rojiblanco, aunque tuvieron muchos problemas para entrar en juego y recibir el balón cerca del área rival.

La primera ocasión no llegó hasta el minuto 12, en una cabalgada de Seguín que concluyó en un disparo que salió por línea de fondo.

Pese a jugar a domicilio, Zulaika no modificó su propuesta de salir jugando desde atrás, pero, por momentos, los defensas del equipo fronterizo se complicaron y perdieron el balón en zonas de peligro. Aún así, los atacantes del filial rojiblanco no pudieron materializar esos errores. Sí que pudo hacerlo Llamas tras interceptar un mal pase de Paredes. No encontró, sin embargo, ningún compañero con el que asociarse y la zaga del Bilbao Athletic recuperó rápidamente el balón.

Las ocasiones no llegaron hasta los últimos minutos de la primera parte y el Real Unión dispuso de las dos más claras. Entre medias, Irazusta blocó un testarazo de Ibai Sanz.

En los primeros compases de la segunda mitad, el Bilbao Athletic dio una marcha más a su juego. Los centros de Álvaro Núñez comprometieron a la zaga del equipo unionista. Uno de ellos conectó con Ibai Sanz y su remate lo despejó Irazusta con una acción de reflejos. Poco después, el guardameta del Real Unión blocó un disparo de Diarra.

La intensidad del filial rojiblanco desarboló al conjunto fronterizo. Un nuevo error de la zaga del filial bilbaíno provocó la acción más clara del Real Unión: Llamas filtró un balón al punto de penalti a Oyarzun. Agirrezabala se anticipó y le encimó, dificultando así su remate.

Zulaika optó, con sus tres sustituciones, por cambiar la línea ofensiva y alteró su sistema al dar entrada a Pradera. Los cambios surtieron efecto y el Real Unión despertó de su letargo.

En el tiempo añadido ambos equipos quemaron sus naves y se volcaron al ataque en busca del tanto de la victoria, aunque ninguno consiguió rematar a puerta y romper el 0-0 inicial.