La Ertzaintza desaloja el campo de Berio por incidentes del público en un partido juvenil
Un gol en el 90 del Ekintza ante Santo Tomás Lizeoa provoca una invasión de campo con bengalas y obliga a acabar el choquea puerta cerrada
La Ertzaintza tuvo que desalojar ayer tarde el campo de Berio, en Donostia, por los incidentes producidos por un sector del público, que invadió el terreno de juego en la celebración de un gol del Ekintza, con algún altercado, encendido de petardos y bengalas, en un partido de juveniles entre el citado equipo y el Santo Tomás Lizeoa, según la consejería de Seguridad del Gobierno Vasco y varios testigos consultados por este periódico. El partido se tuvo que reanudar a puerta cerrada y se saldó con un joven del público sancionado por la Policía vasca por mor de los incidentes, siempre según las mismas fuentes.
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Los altercados se desataron al final de un partido de la fase por la permanencia de la categoría juvenil de honor entre los dos conjuntos donostiarras, que se jugaban no descender de categoría. El Santo Tomás Lizeoa se había adelantado en el marcador y parecía salvado, pero cuando el partido agonizaba, ya en el minuto 90, empató el Ekintza y, en medio de la algarabía, fue entonces cuando buena parte del público invadió el terreno de juego, según la Ertzaintza.
Ante la imposibilidad de desalojar el terreno de juego, siempre según Seguridad y varios testigos, y no estar garantizada la seguridad, el árbitro del encuentro llamó a la Ertzaintza, que se personó inmediatamente en el lugar y procedió a vaciar el estadio. El partido se reanudó minutos más tarde, ya a puerta cerrada, con victoria final del Ekintza a penaltis y certificando la salvación.
Expediente de la Federación
La Federación Guipuzcoana de Fútbol, al tanto de lo sucedido ayer tarde, ha decidido abrir un expediente sobre lo ocurrido en Berio para determinar responsabilidades. El organismo federativo ya había expresado en los últimos tiempos preocupación por la actitud de determinados 'grupos de animación' de algunos equipos, e incluso reunió a los presidentes para buscar soluciones a lo que vaticinaba como un posible «grave problema», que ayer tarde tomó forma por vez primera en Berio.
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