Euro’76: Checoslovaquia, campeona ‘a lo Panenka’

En plena competición de la Eurocopa en Francia, con España en busca de su tercer título consecutivo, tal día como hoy hace cuatro décadas, un 20 de junio de 1976, Checoslovaquia daba la sorpresa y se proclamaba con todo mérito campeona continental al batir en la final a la todopoderosa Alemania Federal de Beckenbauer en el estadio Estrella Roja de Belgrado (Yugoslavia). Tras acabar el partido y la prórroga con empate (2-2), se convertía en la primera final que se resolvía en la tanda de penaltis. Tras marcar gol los siete primeros jugadores, le tocaba el turno al alemán Uli Höenes. Inseguro, lanzó por encima del larguero.

El número 7 checo, un tal Antonin Panenka, tenía en sus botas el campeonato. Tomó mucha carrerilla, lo que hacía suponer un potente lanzamiento. Pero en el momento del disparo, picó muy abajo el balón y este, con mucho efecto, voló lentamente y en parábola para entrar a media altura por el centro de la portería, con el meta Maier desplazado a la derecha engañado. Fantástico, mágico. ¡Qué osadía, jugándose un campeonato! Checoslovaquia ganaba su primera y hasta ahora única Eurocopa y Panenka marcaría un estilo, a lo Panenka, que pocos jugadores se han atrevido a imitar por su complejidad. Si esto es patentable, lo he patentado yo, bromeaba eufórico al final el nuevo héroe mundial.

En 1976, Europa era diferente a como la conocemos en la actualidad. Estaba dividida económica y políticamente en dos grandes bloques. El occidental, considerado capitalista, y el oriental, comunista. Más de una década después, tras la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 se iniciaría un proceso independentista que desembocó en la disolución de la Unión Soviética (URSS), Yugoslavia y la propia Checoslovaquia, mientras las dos Alemanias, la occidental (federal, RFA) y la oriental (democrática, RDA) se unificaron. En aquel junio de 1976, España iniciaba la transicion a la democracia. La muerte del general Francisco Franco en noviembre de 1975 propiciaría trascendentales reformas políticas y sociales, instaurándose un nuevo régimen de libertades que hoy perdura.

Como anécdota, aquel año Reino Unido ganó Eurovisión con la canción Save your kisses for me, el piloto británico James Hunt se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1, el Óscar a la mejor película fue para Rocky y el Nobel de la Paz, para Betty Williams por su aportación a la resolución del conflicto de Irlanda del Norte.

En lo deportivo, en aquel año de la victoria de los checos, la supremacía futbolística en Europa correspondía a Alemania Federal. Venía de proclamarse campeona continental en 1972, tras vencer a la URSS (3-0), y dos años después (1974) ganó su Mundial tras superar en la final (2-1) a la espectacular Holanda del genial Cruyff. A nivel de clubes también dominaban los germanos, con el gran Bayern Múnich de Beckenbauer, Gerd Müller y Höeness, que se llevó ese año la Copa de Europa al vencer 1-0 al Saint Etienne. La Recopa fue para el Anderlecht belga y la Copa de la UEFA, para el Liverpool de Toshack, más tarde exitoso entrenador de la Real Sociedad. En España, el Real Madrid ganó la Liga y el Atlético de Madrid, la última Copa del Generalísimo.

Tras el Mundial74, en septiembre comenzó la fase de clasificación para la Eurocopa del 76 que acabaría encumbrando a Checoslovaquia. España compitió en el grupo 4 junto a Escocia, Rumanía y la Dinamarca de Simonssen y Jensen, a la postre jugadores del Barça y el Madrid. La selección, entrenada por Ladislao Kubala, acabó primera invicta, con tres victorias y otros tantos empates, y así accedía a cuartos, donde se enfrentaría a la potente Alemania Federal a doble partido. Los otros cruces eran Checoslovaquia-URSS, Yugoslavia-Gales y Holanda-Bélgica.

El partido de ida se jugó en el estadio Vicente Calderón el 24 de abril de 1976. El once de España fue: Iribar (p); Sol, Benito, Migueli, Capón; Del Bosque (actual seleccionador), Villar (presidente de la Federación Española de Fútbol y de la UEFA), Camacho (exseleccionador); Quini, Churruca y Santillana. La eliminatoria no pudo empezar mejor al marcar el madridista Santillana en el minuto 1.

Pero Alemania Occidental atesoraba un gran potencial e igualó en el 60 por medio de Beer. Kubala sacó al campo en el minuto 81 a un tal Satrústegui. ¿Le recuerdan los aficionados de la Real? El delantero centro txuriurdin, con 22 años, empezaba a despuntar. Debutó con la selección el 16 de noviembre del 75 con un 2-2 ante Rumanía. Años después se consagraría con la Real ganando las dos Ligas y disputaría el Mundial de España de 1982, donde se despidió como internacional tras haber jugado 32 partidos y marcado 8 goles.

Puede verse el partido en la web http://www.rtve.es/alacarta/videos/programa/espana-alemania-1976/142713/

Tras el 1-1 de la ida, el Olímpico de Múnich fue escenario del partido de vuelta casi un mes después. Los alemanes se impusieron 2-0, tantos de Uli Höeness y Toppmöller, y pasaron a semifinales. Ese día no fue convocado Satrústegui, pero sí otro realista, Ignacio Cortabarría, más tarde Inaxio Kortabarria, que debutaba. Salió en el minuto 17 por Sol pero, pese a su buen trabajo, no pudo evitar la derrota. El rocoso defensa central de Arrasate jugó cuatro partidos con España y renunció a la selección el 27 de marzo de 1977, al parecer por razones políticas.

Con los cuartos de final concluidos, Yugoslavia fue sede de la fase final del 16 al 20 de junio. La primera semifinal enfrentó a Checoslovaquia y Holanda en Zagreb. Bajo una lluvia torrencial, los del Este se impusieron con justicia en la prórroga 3-1 a los oranje, que acabaron con dos expulsados. Cruyff, el astro nederlandés, vio impotente cómo se desvanecía su deseo de disputar la final y poder vengarse de Alemania tras la derrota en el último Mundial.

La segunda semifinal se disputó en Belgrado. Los anfitriones se las prometían felices tras ir ganando 2-0 a Alemania, cuando el técnico germano sacó al campo a Dieter Müller, que protagonizó el debut soñado. Un gol suyo en el m. 82 forzó la prórroga, donde el ariete del Stuttgart marcaría dos tantos más para acabar el duelo 4-2.

La gran final

20 de junio. Gran final. El escenario, Belgrado. Los alemanes se presentaban con la vitolade favoritos. Enfrente, Checoslovaquia. Experiencia y potencia contra disciplina táctica y talento. Por los germanos formaron: Maier (p); Vogts, Dietz, Beckenbauer y Schwarzenbeck; Bonnoff, Beer, Wimmer; Höennes, Hölzenbein y Dieter Müller. En el otro bando: Viktor (p); Pivarnik, Ondrus, Gögh y Capkovic; Dobiäs, Panenka, Móder; Masny, Svehlik y Nehoda.

Los checos ya tenían una ventaja de 2-0 a los 25 minutos, tantos de Svehlik y Döbias. Pero solo tres más tarde, cómo no, Dieter Müller acortó distancias. Los germanos se volcaron en la segunda parte, con grandes actuaciones del meta Viktor, de 34 años. En el minuto 89 encontraron el premio de la prórroga al marcar Hölzenbein de cabeza el 2-2 tras un córner. En el tiempo extra no varió el marcador y el título se decidiría a penaltis. Por los checos acertaron Masny, Nehoda, Ondrus y Jurkemik, y por los germanos, Bonnoff, Flohe y Bongartz. El octavo lanzamiento le correspondía al alemán Uli Höennes, y falló. Todo dependía de Panenka, y el medio del Bohemians de Praga, con un disparo sublime, lento, a media altura con efecto y centrado, se erigió en el héroe de la campeona, Checoslovaquia. Hoy se cumplen cuarenta años de aquella gesta.