Me quedó la impresión de que en los cuatro o cinco últimos metros Roglic no quiso sobrepasar al ganador de la etapa, Cort Nielsen. No ... fue una acción tan clara como aquella de Laurent Jalabert en Sierra Nevada. Aquel día sí que no quedó duda alguna al respecto. Es una opinión arriesgada porque nunca resulta fácil juzgar la intención de nadie, menos aún cuando el protagonista no se refiere a ella, pero estoy convencido de lo que escribo. En la París-Niza no tuvo tanta compasión Roglic de Mader en una llegada en alto donde arrancó de atrás para rebasar al suizo a veinte metros de la línea de meta.
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Creo además que el esloveno del Jumbo tiene razones sobradas para obrar de esa manera. Me explico. Resta mucha carrera, el conjunto neerlandés no da las señalas de fortaleza del año pasado y Education First, el equipo de Cort Nielsen, tiene cosas que decir en la carrera. Mejor tener a tu lado que enfrente a los de Garate.
Roglic volvió a demostrar su capacidad individual. De momento pedalea más rápido que sus rivales, entre los que Movistar ha colocado de maravilla a sus hombres en la general: segundo Enric Mas, tercero Miguel Ángel López y cuarto Alejandro Valverde. No es mal punto de partida, aunque luego hay que saber maniobrar.
No era una llegada para escaladores. Tampoco para especialistas puros en repechos. Se trataba de un híbrido en el que Cort Nielsen supo aguantar la remontada de los hombres de la general. Trabajó bien Movistar, lo mismo que BikeExchange. El movimiento de Matthews al final demostró que la formación australiana tenía motivos suficientes para tirar del pelotón. Ineos puso un ritmo alto en la ascensión para buscar el remate de Carapaz, quien no acaba de encontrar su punto. Bernal sigue al acecho. Cedió el liderato Elissonde la víspera de una jornada de montaña que puede aclarar el panorama. Esto ya es otra cosa.
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