Siempre he sido de los que recomiendan precaución el día de descanso. Tiento con la comida, con los paseos a pie, con no dejar de ... salir a rodar en bicicleta... Las características de la etapa de hoy, llana los 160 primeros kilómetros, invitan a un mayor reposo. No es lo mismo que al día siguiente tengas montaña y puertos de salida. Pero al margen de que el descanso en Almería era merecido y muy necesitado por la mayoría de los corredores, mejor no descuidarse.
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Da la impresión de que las tres o cuatro próximas etapas son de transición. Eso no significa que prevea llegadas al sprint en todas. Ya no es lo mismo que los primeros días. Las diferencias abiertas en la general, grandes, y lo mismo un repecho de fuertes pendientes que conduce a meta que un puerto menor situado cerca de la llegada juegan en contra de las labores de contención de los equipos con sprinter. Me pregunto si cargarán con esa responsabilidad. ¿Quizá el BikeExchange de Matthews, ciclista que aguanta bien las subidas? Los demás, lo dudo.
Salvo sorpresa, que puede saltar en cualquier esquina, habrá que esperar al fin de semana para ver en acción a los hombres de la general. Movistar llega a la segunda semana sin Valverde pero reforzado moralmente por el discurrir de la prueba. De todas maneras, me asalta la duda de si el conjunto telefónico es mejor alternativa que Ineos al liderato de Roglic. Me explico. El domingo, Ineos quemó cartuchos desde lejos, mientras que Movistar movió sus piezas al final. No es lo mismo. También habrá que meter en ese saco a Bahrain, aunque haya perdido la baza de Landa. Fue la formación con representación más numerosa en el grupo de los mejores en la ascensión a Velefique. En apariencia, Movistar se presenta como principal rival del maillot rojo, pero eso hay que demostrarlo día a día. Entonces sabremos si la alternativa al gran favorito es real o ficticia.
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