Aunque Pogacar se empeñe a diario en llevarme la contraria, me niego a creer que el Tour esté visto para sentencia. Esta vez, hasta sus ... compañeros del UAE estuvieron de sobresaliente. Controlaron por completo la primera toma de contacto con los Alpes, donde queda todavía un mundo.
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Interesante etapa de tanteo. Ineos y Jumbo filtraron corredores en la fuga, Castroviejo y Van Aert, respectivamente, por lo que sus jefes de fila disponían de buenos corredores por delante para apoyar posibles ataques por detrás. Pero también lo hizo UAE con McNulty, lo que siempre permite maniobrar con mayor margen.
Mis dudas sobre el rendimiento de UAE no tienen de momento razón de ser. Realizaron una gran labor de equipo para tranquilidad de Pogacar, más favorito que nadie para llegar de amarillo a París. Pero faltan dos semanas de carrera y es aventurado darla por concluida.
Leí a Iñaki Izquierdo la historia del peine de Hugo Koblet y recojo el testigo. Por cierto, le llamaban 'El bello Hugo'. Por algo sería. No era el único en llevarlo en el bolsillo. He visto en persona a Jacques Anquetil sacarlo y peinarse nada más acabar una etapa. También sé que lo utilizaba Salvador Botella, sin bajarse ni siquiera de la bici. Se peinaba al paso por los pueblos mientras se miraba en los escaparates. ¿Se preguntarán si lo llevaba yo? Ahora ni siquiera me haría falta... Tampoco entonces formaba parte de mi ajuar ciclista, en el que sí figuraba algún tubito de aspirinas o alguna cosa parecida.
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Se ha puesto de moda tumbarse en el suelo nada más ganar una carrera. No se estilaba en mi época de corredor, pero me hubiera tirado al suelo nada más cruzar en cabeza en el Portillon tras el sprint con el que sumé puntos para el premio de la Montaña en el Tour de 1974. Menos mal que no hacía falta dar más pedales.
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