«Pike es duro pero es difícil que uno pueda llegar solo»

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us dos triunfos de etapa en el Tour de 1999, en Pau y Saint-Fleur, aún resuenan. Enfundado en el maillot negro que la Once diseñaba especialmente para no coincidir con el amarillo de la ronda francesa, David Etxebarria (Abadiño, 49 años) impuso sus cualidades de rematador para lograr un doblete asombroso. En la actualidad desempeña la labor de director deportivo en el equipo amateur zarauztarra Grupo Eulen-Nuuk y se enfunda su uniforme para desentrañar los secretos de la primera etapa del Tour, en la que todo el mundo mira a Pike Bidea.

«Va a llegar un grupo pequeño de gente rápida a la meta de Bilbao -opina Etxebarria-. El problema no es tanto Pike Bidea como el desnivel que llevarán acumulado cuando lleguen allí. Eso descartará a los sprinters puros, pero no a gente como Michael Matthews (Jayco). Es etapa para ese tipo de corredor. Entre los vascos, veo a Pello Bilbao (Bahrain) con posibilidades. Es capaz de ganar ahí y creo que su objetivo será lograr el maillot amarillo. Y, la verdad, confío en que lo puede hacer».

El de Abadiño explica que «Pike Bidea es una subida dura, sobre todo al final, donde hay porcentajes importantes. Vienen de una etapa sin un metro llano y pesará, pero veo difícil que pueda llegar un corredor solo. La carretera es muy buena y desde la cima a meta quedan kilómetros que hacen complicado que un ciclista solo pueda mantener veinte segundos y llegar. Los equipos no se organizarán después de Pike, pero siempre habrá intereses para cazar. Veo más factible que se destaque un grupo pequeño, de cinco a siete ciclistas, que puede marchar muy rápido y llegar hasta la meta».

La etapa llegará a Bilbao, en la zona del parque Etxebarria. «La meta es en subida, pero el repecho no tiene nada. Sí puede servir para que uno de los corredores de ese grupito que pueda presentarse en cabeza ataque al resto».

David Etxebarria no cree que Pike Bidea vaya a ser decisivo, pero no tiene duda de que conviene conocerlo. «Mejor, ir a verlo. Todos los que tengan opciones van a acudir, es una etapa del Tour y no se deja nada al azar. Además, al tratarse del Grand Départ todos los equipos van a estar en la zona tres o cuatro días, así que no hay duda de que verán la etapa».

El abadiñoarra estima que «no tendrá incidencias para los hombres de la general. La carretera es buena en todo momento y eso facilitará las cosas. Tendrán que estar atentos, pero no habrá problemas. Habrá mucho público, porque la zona tiene muy buen acceso por la parte de Derio, que no estará tan colapsada como Bilbao y la gente se animará a acudir, sin duda».

Antes del tramo final, «la etapa no tiene grandes puertos, pero tampoco un metro llano. Se va a ir rápido, a velocidad Tour, porque es la primera etapa y todo el mundo llega bien. Lo más probable es que se forme una escapada de cinco o seis corredores y eso endurecerá la jornada, porque para echarla abajo el primer día de un Tour habrá que remar mucho atrás. Al recorrer las carreteras de la costa de Bizkaia, no veremos las clásicas imágenes de principio de Tour con un pelotón ancho aunque vaya rápido. El terreno de Bizkaia no lo permite».

El diseño del arranque de Tour ofrecerá imágenes espectaculares, de gran belleza. «Han buscado enseñar todos los paisajes de postal, lo que es lógico cuando se realiza una inversión tan imporante. Al gastar tanto dinero hay que promocionar lo que tenemos en Euskadi. Creo que el recorrido está muy bien hecho. Deportivamente da diferentes opciones y, desde el punto de vista de la imagen, enseñaremos lo más bonito que tenemos».

Si la etapa de Bilbao la ve para ciclistas rápidos del estilo de Matthews o Pello Bilbao, David Etxebarria tiene un favorito claro para la general. «Solo hay dos nombres que parecen con opciones de ganar el Tour y no soy original al mencionarlos, Pogacar y Vingegaard. Pero en mi opinión el principal candidato para este año es el esloveno. El año pasado se equivocó saliendo a los ataques de Roglic y lo pagó. Habrá aprendido la lección y espero que ahora vuelva más fuerte, aunque la caída y la fractura de escafoides le han frenado. Pero no le ha alterado mucho la preparación y estoy convencido de que llegará a tope».

David Etxebarria fue un extraordinario rematador y aquellos dos triunfos en el Tour de 1999 fueron el punto culminante de una carrera en la que también ganó la Euskal Bizikleta, etapas en Vuelta al País Vasco, Vuelta a Suiza, Amorebieta... «Veinticinco años después, aún me lo siguen recordando. No tanto el hecho de ganar en el Tour, sino lograr dos etapas en la misma edición, que no es habitual. Hacía tiempo que los corredores vascos no ganábamos en Francia y aquello tuvo repercusión».

La meta de la etapa de Bilbao se habría ajustado a las características del mejor David Etxebarria, un corredor de baja estatura pero enorme potencia y claridad de cara a meta. «Me habría venido bien. Este tipo de llegadas explosivas me favorecían, pero en el Tour no solía hacer buenas primeras semanas, así que no sé si en Bilbao habría podido estar delante en caso de haber tenido esta etapa. Solía ir tranquilo al principio, porque sabía que iba a disfrutar más en la tercera semana. En aquel Tour de 1999 gané las etapas 12 y 19».

Pike se pega y Etxebarria baila sobre la bici. La mirada delata a un cazador que busca dónde atacar para ganar. Es ciclista.

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