Gesto significativo de Mohoric tras la victoria. La policía había entrado la víspera en el hotel de su equipo, Bahrain, para requisar, según dicen, planes ... de entrenamiento de los corredores. Mediaría alguna información... Las sospechas existen en el ciclismo desde que tengo uso de razón. Si no andabas, eras un globero, aunque te hubieras pasado de rosca con algún producto. Si andabas mucho, la frase más repetida era «ya tomará algo». Así somos.
Publicidad
Como era previsible, no hubo manera de controlar el pelotón. Ya saben que soy partidario del pinganillo, sobre todo por la seguridad del ciclista, pero en este tipo de etapas echo de menos que algún hombre de la general se filtre en la escapada. No es casualidad que se vayan treinta y el mejor colocado esté a 50 minutos del líder. Con la información de la que se dispone hoy en día, los despistes son casi imposibles. En mi época, la organización tardaba más en dar dorsales y ventajas, por lo que era vital que alguno de tus corredores con mayor capacidad gestionara esas situaciones antes de que llegara la orden del director.
La etapa cruzó Mont-de-Marsan, el pueblo al que llegó Luis Ocaña tras nacer en Priego y recalar antes en el valle de Arán. Terminó sus días en Nogaro. Llegué a conocer primero su pisito del alquiler y luego su mansión rodeada de viñedos. Los corredores también pasaron por las Landas, antigua ciénaga transformada en tierra fértil por Napoleón. Lo que desconocía es que el autor de la metamorfosis fue Napoleón III, no el de la mano en el bajo vientre.
Muchos esperarán un nuevo triunfo de Pogacar en la contrarreloj de Saint-Émilion. No comparto ese pronóstico. Imagino que Küng habrá dosificado fuerzas para vengarse de la derrota en la primera crono. Es mi apuesta. Y guardo otra para los Campos Elíseos. Si hay alguien que ofrece mucho momio por Cavendish, aquí me tiene. Levanto el dedo.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión