Mikel Aristi, el riesgo del oficio de sprinter

«Ha sido una caída a 800 metros de la meta. Estaba buscando la colocación a rueda de Cavendish y nos hemos ido dos al suelo. Tengo abrasiones en las espalda y el tobillo muy hinchado. Terminé la etapa pedaleando solo con la pierna derecha y ayudado por un compañero. Más que nada porque estábamos cerca de meta, pero ya sabía que no iba a poder continuar. No podía dar pedales».

Fue una oportunidad perdida para un Aristi que atraviesa un buen momento de forma. El domingo fue segundo (tras Moschetti) en la clásica homenaje a Alfredo Martini, también en Italia. «Una pena, porque me encuentro bien y estaba metido en la disputa de la etapa. Esa era la intención. Luego no sabes qué habría pasado, pero iba a rueda de Cavendish, que ha hecho segundo, así que estábamos en la lucha por ganar. Seguro que se ha habría visto el maillot naranja ahí delante».

El bergararra ya había sido segundo también en la clásica Comunitat Valenciana que abrió la temporada en febrero, y va mostrando su nivel. «Estoy en un buen momento físicamente y eso te da confianza. Motiva aún más ver que cuando disputas estás delante y que si estás ahí lo puedes conseguir».

No es fácil ganar en ningún lado, y elegir bien el calendario importa. Coppi & Bartali es una de esas carreras que le van. «Venía de hacer segundo el domingo y me veía bien. Esta es una prueba con etapas duras, pero que me viene bien. Estoy con confianza y además el equipo está demostrando que cree en mí y hace un gran trabajo».

En el hotel del Rímini -territorio Pantani- donde se hospeda el Euskaltel, Aristi asumía con calma el accidente. «No sé a qué velocidad iríamos, pero rápido. Dentro de lo que cabe, no tengo más que rozaduras y lo del tobillo, que tampoco creo que sea nada. Otros se caen y sufren consecuencias mucho peores».

Tanto él como su equipo esperan un regreso rápido: «A ver cómo evoluciona. Si no es más que el golpe, eso no debería afectar demasiado a mi estado de forma. La idea era hacer la Itzulia. Veremos».