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Merckx ganó la Vuelta de 1973 y se anotó la crono final entre Hernani y Donostia. DV

«Tenía que correr todo el tiempo, por todas partes»

Eddy Merckx, el mejor ciclista de todos los tiempos, el de las victorias sin fin, cumple este martes 80 años y su figura sigue siendo incontestable

Martes, 17 de junio 2025, 06:45

De Eddy Merckx se sabe todo menos el número de carreras que ganó, porque sus biógrafos siempre llegan a un punto en que dejan de contar, derrotados por la inmensidad de la empresa. Es tan inabarcable su carrera que se pierde la noción de la realidad. «Solía correr una media de ciento cincuenta días al año, pero una vez llegué a 195. Tenía que correr todo el tiempo, por todas partes, tres veces al día cuando era posible», explica el 'Caníbal'. Como aquel día que disputó por la mañana un critérium en Bruselas, cogió el avión para correr otro en Lisboa por la tarde y volvió a embarcarse para competir por la noche en la pista del velódromo Vigorelli de Milán. ¿Qué carreras hay que contar, cuáles no, en una trayectoria marcada por el exceso, la fuerza de voluntad y la ambición? ¿Trescientas victorias?, ¿quinientas? ¿Importa acaso?

El mejor ciclista de todos los tiempos cumple este martes 80 años y coincidiendo con la efeméride se presenta en la librería Zubieta de Donostia el libro 'Inaccesible Merckx' (Libros de Ruta), de Guy Roger, donde el 'Caníbal' escribe el prólogo de su puño y letra y traza un perfil de sí mismo: «La pasión ha guiado toda mi carrera, toda mi vida. Me he basado en los valores morales que he heredado de mis padres: respeto, humildad y trabajo duro. Me han acompañado a lo largo de mi carrera y más allá».

Ganador de cinco Tours, cinco Giros, una Vuelta, tres Mundiales y todos los monumentos varias veces, Merckx nació en Bruselas el 17 de junio de 1945. «La educación tiene mucho que ver con lo que uno es, y nunca he pretendido ser el mejor. Mis padres me enseñaron una regla esencial: mira siempre por debajo de ti, no por encima del hombro», afirma.

«¿Si me reconozco en el ciclismo actual? –se pregunta–. Me costaría decir que sí. Todo es tan diferente, todo ha cambiado tanto... Gané mi primer título de campeón del mundo con una bicicleta totalmente estándar, no personalizada. No estoy en contra del progreso, al contrario, estoy a favor de la modernización, pero lo que me choca de esta nueva forma de ciclismo es que el corredor pasa mucho tiempo sin competir. A mí me habría costado mucho ajustarme a estas normas. ¿Dónde está el placer, sino en competir? El placer, cuando eres corredor, es disputarlo todo. No solo es un trabajo, es una pasión, y lo he hecho porque amo el ciclismo».

Pogacar tiene toda la razón

Por eso le gusta Tadej Pogacar, al que muchos señalan como el nuevo Merckx: «Corre, gana, pierde, vuelve a empezar. Corre todo lo que puede correr y tiene toda la razón para hacerlo. Así es como veo yo el ciclismo».

Merckx disputó 14 temporadas como profesional, de 1965 a 1978, y se enfrentó a muchos de los mejores de la historia. A De Vlaeminck, Godefroot, Maertens, Janssen, Gimondi, Ocaña, Motta, Van Impe, Zoetemelk, Thevenet,Van Looy... Pocos le dieron tanta guerra como los integrantes del mítico Kas: Fuente, Miguel Mari Lasa, el llorado Txomin Perurena, Galdos, Linares...

No hubo carrera en la que no dejara su sello. Ganó su única Vuelta en 1973, imponiéndose en la crono final entre Hernani y Donostia. Casi cincuenta años después de su retirada Merckx sigue siendo un polo de atracción irresistible. Su nombre sigue en todas las tablas de los récords. Nadie ha ganado más grandes vueltas que él (11), ni tantos monumentos (19). Es el único que los ha ganado todos más de una vez y solo él tiene siete triunfos en San Remo. Ganó todos los Tours entre 1969 y 1974 salvo el de 1973, que no corrió para ganar el Giro y la Vuelta. «Luché y luché para ganar un sexto (Tour), pero puedo decir sin nostalgia que no me arrepiento de nada. Tan vez hubiera tenido que disputar el Tour de 1973, pero eso es anecdótico y los ausentes siempre se equivocan. Ya está, ya lo he dicho».

Ganaba las grandes vueltas, las grandes clásicas, al sprint, en montaña, en contrarreloj, en los velódromos... También tuvo el récord de la hora. A los 80 años, después de algún accidente como un caída de la bici que tuvo hace poco, sigue cerca del ciclismo. Ley de vida, cada vez se le empieza a preguntar más por su legado. «Me gustaría ser un ejemplo para los más jóvenes. Decirles que lo más importante es ser ellos mismo, tener los pies en el suelo y disfrutar, aunque lo pasen mal. El ciclismo es una lección de vida. Si mi nombre se desvanece o desaparece, es ley de vida. Que se me recuerde sería una forma de reconocimiento. No nos corresponde a nosotros decidirlo».

Presentación de 'Inaccesible Merckx'

Coincidiendo con el 80 cumpleaños del belga, este martes se presenta en Donostia el libro 'Inaccesible Merckx' (Libros de Ruta), obra del que fuera cronista de L'Equipe Guy Roger –que le adjudica 525 victorias en 1.800 carreras–. El autor, Miguel Mari Lasa y Ramón Mendiburu conversarán (19.00 horas, librería Zubieta), sobre la figura del belga.

El libro es una magnífica crónica de la vida y obra de un ciclista que nadie discute. El único que lo intentó fue Bernard Hinault, cuando aún era un joven debutante arrogante: 'Merckx tiene dos piernas y dos brazos como todo el mundo, ¿no?'.

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