El aplazamiento de los Juegos podría favorecer a la Clásica

Con todas las incógnitas sin resolverse, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos podría tener entre todas sus derivadas una consecuencia favorable para la Clásica de San Sebastián. La prueba en ruta de Tokio coincidía con la carrera donostiarra el 25 de julio, con lo que si se levantasen a tiempo las restricciones sanitarias la Clásica podría reunir a todas las figuras mundiales, sin perder a las que tenían previsto luchar por el oro en Japón.

Obviamente, aún es aventurado saber qué puede pasar en julio, pero el retraso de los Juegos podría hacer volver a Donostia a figuras de la talla de Alaphilippe, Valverde y un largo etcétera que ya habían anunciado su presencia en Tokio. Los equipos olímpicos son muy reducidos –España contaba con cinco plazas–, por lo que la participación de la Clásica iba a ser de máximo nivel en todo caso, pero ahora, si se celebra, podrá poner la guinda al pastel con las primeras figuras. Lo mismo sucede con la categoría femenina. Hasta podría soñar con invitar a Mathieu van der Poel, que iba a correr en mountain-bike en Tokio.

Por ahora, el límite de la suspensión de carreras se sitúa en junio, y no se sabe nada de lo que puede pasar en adelante. Con fecha el 25 de julio (Ordizia se adelanta al 23), en principio la Clásica podría tener margen para correrse.