Alex Aranburu, un movimiento natural
Fichaje ·
El equipo Movistar hace oficial la contratación de Alex Aranburu, que firma hasta 2024 para liderar la transformación que ha iniciado el equipo de UnzueIÑAKI IZQUIERDO
Jueves, 30 de septiembre 2021, 06:48
Es un movimiento natural. Alex Aranburu tenía que correr en el Movistar y el Movistar necesitaba a Alex Aranburu para recorrer el camino que, con ... el declive natural de Alejandro Valverde, debe recorrer el conjunto telefónico, que ayer hizo oficial el fichaje del ezkiotarra hasta 2024. La formación de Eusebio Unzue, por sus características, es el estandarte del ciclismo al sur de los Pirineos, la expresión cultural de una manera de entender este deporte que necesita una revisión, como muestran los datos de la última temporada.
Publicidad
Por primera vez en la historia, en 2021 ningún corredor con licencia española ha ganado una etapa ni en Giro ni en Tour ni en Vuelta, y las grandes vueltas por etapas han sido la razón de ser de un ciclismo que venera las clasificaciones generales. De ahí la sensación de fracaso. Y de estar recorriendo carreteras secundarias, fuera del curso central de la historia aquí y ahora. Con el fichaje de Aranburu, que llega procedente del Astana, el Movistar asume ese diagnóstico y muestra su decisión de intervenir, de no dejarse arrastrar por la inercia.
Porque Aranburu es el corredor joven y de casa que mejor encaja en las nuevas necesidades del ciclismo, donde la velocidad y la capacidad resolutiva en los finales son imprescindibles. Hoy, todos los dominadores del panorama internacional son rematadores. Para ser quinto (o décimo) en la general del Tour de Francia hay que andar una barbaridad, una exageración. Pero el nuevo ciclismo no premia esas virtudes agonísticas, justo las que más ha venido valorando el ciclismo español en los últimos años. Eso ha homogeneizado el perfil del ciclista. El nivel medio es muy alto, pero faltan ganadores.
La cifra
-
3 temporadas es la duración del contrato del ezkiotarra, un año más que el compromiso de Telefónica con el equipo, renovado recientemente hasta 2023
Movistar, con Valverde por encima de los 40 años, ha sufrido el problema. La temporada pasada, de forma dramática al sumar solo dos triunfo en total. Las 14 de este año (tres en el World Tour) han ayudado al equipo a mantener la calma mientras acometía su renovación, hasta que la espantada de Miguel Ángel López en la Vuelta sacó a relucir todos los problemas de la formación.
Publicidad
El fichaje de Aranburu es la respuesta obvia a la situación del Movistar. Su responsable de rendimiento, el beratarra Patxi Vila, puso el nombre del ezkiotarra en la mesa de Unzue hace varios meses. Es significativo que el contrato sea de tres temporadas, hasta 2024, porque indica que ambas partes entienden que se trata de construir un proyecto. De hecho, el contrato de Aranburu va más allá del patrocinio de Movistar, recientemente prorrogado hasta 2023.
A los 26 años, Aranburu afronta el tramo decisivo de su carrera, el de la plena madurez. Tras subir con el Murias y evolucionar con el Caja Rural, lleva dos temporadas en el World Tour, una de ellas, la pasada, a trancas y barrancas por la pandemia. Está cerca de los mejores en las clásicas y en la lucha por las etapas, pero el nivel es altísimo y busca dar ese paso más que le sitúe en el escalón superior. La estabilidad deportiva en una estructura sólida es una condición previa necesaria. Todos los grandes corredores actuales han sido fieles a un equipo y esa seguridad –clave en el éxito y la longevidad de Valverde, sin ir más lejos– es positiva para su rendimiento.
Publicidad
Al término de este contrato, a los 29 años, el ezkiotarra será otro corredor. Más hecho, sus resultados ya le habrán ubicado en su lugar en el pelotón mundial. Su potencial invita a pensar que será un lugar de privilegio.
Ciclismo vasco
El fichaje de Aranburu por el Movistar es también importante para el ciclismo de Euskadi, puesto que el ezkiotarra es el primer corredor vasco de primera fila no surgido de la estructura del viejo Euskaltel, cuyos herederos siguen siendo los nombres más destacados: los hermanos Izagirre, Mikel Landa, Pello Bilbao, Mikel Nieve, Castroviejo.... La renovación pendiente no puede dejarse en manos de los jóvenes que suben, Oier Lazkano (Caja Rural), Azparren (Euskaltel) o ahora Unai Iribar (Laboral Kutxa), a quienes hay que dejar recorrer su camino. La muy meritoria generación intermedia, la que sufrió en sus carnes y pagó con la precariedad de su trayectoria profesional la desaparición del viejo Euskaltel, merece un respeto inmenso. Son los Mikel Iturria, Mikel Aristi (Euskaltel), Jon Irisarri (Caja Rural) y compañía, que pueden acompañar a Aranburu en su crecimiento, una evolución que puede favorecer a todos y que el ciclismo vasco necesita. Óscar Rodríguez acompañará al ezkiotarra en el camino del Astana al Movistar, a la espera de que también lo haga Gorka Izagirre.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión