Alejandro Valverde: «Mi idea es ganar, la forma del Tour no se pierde de un día a otro»

Antes de pasar por el hotel que ocupan él y su equipo en Hondarribia, Alejandro Valverde, acompañado de Winer Anacona, volvió a visualizar los kilómetros finales de la Clásica de San Sebastián desde el coche de Movistar. Hacía una hora que había llegado al aeropuerto de Bilbao, desde Alicante. Hace una semana estaba a estas horas preparando la etapa de Alpe D'Huez.

- ¿Cómo se encuentra?

- Hasta el sábado pasado estaba bien. El domingo me puse enfermo y he pasado cuatro días duros. En París la temperatura era muy baja, luego en las bajadas de los puertos cogíamos frío. Bajas sudado y lo coges todo. Estás con todo el Tour encima, bajo de defensas. La temperatura el último día era de doce grados. Fueron cambios muy bruscos y el cuerpo lo termina acusando.

- Con ese planteamiento que me ha hecho, ¿cuál ha sido su plan de entrenamiento este semana?

-Lunes y martes no hice nada. El miércoles salí 50 kilómetros, el jueves hice 90 y hoy (por ayer) he hecho treinta antes de coger el avión hasta Bilbao.

- (...)

- Estoy bien. Lunes, martes y miércoles he estado tomando antibióticos. Ahora tengo que ver cómo me encuentro cuando ponga la maquinaria en marcha y haya que acelerar. Ahí se verá.

- Ya conocía los kilómetros finales de la Clásica, ¿por qué el interés de ver otra vez la subida a Bordako Tontorra?

- De la subida me acordaba perfectamente, lo que quería ver mejor era la bajada. La subida es dura, muy dura, estrecha. Se empieza a subir con 208 kilómetros en las piernas. Eso es lo que hay hasta la puerta de EL DIARIO VASCO. Y luego está la bajada, que se las trae.

- ¿Qué tiene de especial la bajada? ¿También la conocía?

- Vamos a ver qué tiempo hace. De entrada hay una recta, luego una curva a la derecha complicada, más tarde enlaza con varias curvas a derecha e izquierda. Esa bajada tiene lo suyo. Mira, el año pasado se cayó en ella Adam Yates. Hay que memorizarla bien para intentar no irte al suelo.

- Llega del Tour, conoce a todos los favoritos, ¿con qué rivales se va a encontrar para poder revalidar el triunfo que consiguió el año pasado en el Boulevard?

- Purito, Gilbert, Vuillermoz... Luis León está muy bien aunque la subida igual es un poco dura para él. Los Yates... Saldrá algún otro corredor que nos plantará cara, seguro.

- Purito decía ayer que una de sus principales cualidades como ciclista era la velocidad.

- Siempre he sido rápido, más rápido que él, pero Purito tiene un 'punch' a quinientos metros de una llegada complicada que es muy difícil de seguir. Yo si estoy muy bien de forma también lo puedo tener, pero no siempre estás a tope.

- Usted lo ha ganado todo en el mundo del ciclismo y sin embargo el sábado pasado, cuando ya confirmo que era tercero en el Tour, rompió a llorar.

-Es sorprendente cómo es el ciclismo. Otros años me ha costado más la carrera y no he estado en el podio. Luché mucho, pero no me lo esperaba. En la parte final de Alpe D'Huez con Nairo delante sabía que si aguantaba donde estaba conseguía el podio. Fueron muchas emociones y lo solté todo.

- Sigue ganando desde febrero hasta octubre, tiene 35 años y su físico no parece resentirse.

- Mi físico está igual o mejor que antes. Mis temporadas cada año que pasa van a mejor. ¿Por qué? Es una cuestión de genética. Desde que era juvenil es así. Siempre me ha gustado correrlo todo. Me cuido mucho.

- ¿Y entrena mucho?

- Entreno lo suficiente, pero no soy de los que mete horas y horas. Hay gente que entrena demasiado. Soy más bien de entrenamientos de calidad, que me cundan. Me pongo rápido en forma y luego la consigo mantener un tiempo. Sí es verdad que cada año que pasa noto que me cuesta más coger la forma. Antes la cogía muy rápido.

- ¿También va a alargar su temporada en 2015?

- Voy a correr la Vuelta a España, los Campeonatos del Mundo y el Giro de Lombardía, más o menos como siempre.

- ¿Mentalmente cómo finaliza un corredor como Valverde el Tour?

- Cansado, bastante cansado. La presión que tienes durante toda la carrera te desgasta. La intentas controlar, pero te puede. El último día en París lo pasé muy mal. No podía casi ni terminar la etapa, no me tenía de pie en el podio. No lo disfruté como debía. Me tuve que meter a la cama, ni cené con el equipo, ni nada. Tenía un tembleque importante. Me quede con ganas de disfrutarlo. El día que más ganas tenía de celebrar por lo que había luchado muchos años no pude. ¡Me tuve que meter a la cama!

- Después de la Clásica llega la Vuelta a España. Usted suele ir a altura, ¿cómo la va a preparar en esta ocasión?

- La máxima altura a la que voy a ir es a la que esté la playa (comenta sonriendo). Me voy a Ibiza con la familia y me llevo la bicicleta. Haré algunos kilómetros, pero no muchos, sesenta o setenta, tres días. Bañarme no me baño, pero me gusta el ambiente. Necesito desconectar y si quieres llegar a la Clásica en buenas condiciones no puedes desconectar. Entre el antibiótico, que me dejó jodido, los aficionados que quieren saludarte, mentalmente sabes que tiene carrera seis días después de finalizado el Tour.

- Eso quiere decir que piensa en ganar la carrera o, al menos, en intentarlo...

-Para eso la corro, para ganarla. La idea es ganarla, pero no seré el único que la tiene. La forma del Tour no se pierde de un día a otro. Y eso no pasa sólo conmigo sino con todos los que lo han corrido.

- Se le ve muy delgado, ¿ha perdido peso durante el Tour?

- No, peso no he perdido. Estoy más o menos en el mismo peso, 61,5 o 61,8.

- ¿Está centrado en la Clásica o piensa ya en la Vuelta a España?

- Pienso y no pienso. Centrado, centrado, estoy en la Clásica. La Vuelta es una carrera que siempre se me ha dado bien y quieras o no, pienso en ella. Hace dos días me metí en internet y empecé a mirarla un poco, por encima, para refrescar las etapas, las llegadas, sin más.