El subcampeonato tendrá que esperar

La derrota por 32-29 encajada ayer ante el octavo clasificado recuerda mucho a la situación vivida hace dos temporadas, con un 30-29 en la penúltima jornada en la misma cancha y también ante el octavo clasificado que privó del subcampeonato a los irundarras. Las similitudes llegan hasta que el portero local Danierl Arguillas detuvo diecisiete balones (tres de penalti), los mismos que pararon él y Almeida en 2022.

La diferencia radica en que esta vez los de Jacobo Cuétara tiene ventaja sobre quienes podrían arrebatarle la segunda posición. Eran cuatro puntos más average ante Logroño y cinco sin average frente a Granollers antes de empezar la jornada. Estos dos equipos se verán las caras mañana en cancha vallesana y solo uno quedará en disposición de perseguir al Bidasoa.

La liga se detiene por los partidos de las selecciones nacionales y será el fin de semana del 17-18-19 de mayo cuando se dispute la penúltima jornada, con la visita del colista Puerto Sagunto a Artaleku. Ahí sí que no se puede escapar el subcampeonato.

El Bidasoa, en el que no estaban los lesionados Julen Mujika y Mikel Zabala y donde Gorka Nieto solo salió para tirar los penalties, marcó primero y al inicial intercambio de goles aportó un parcial de 0-2 con sendos contraataques de Dariel García (pase de Mehdi Harbaoui tras parada) y Eneko Furundarena (balón perdido por Huesca). 2-4 y en uno y dos goles estuvo su ventaja hasta el 5-7, momento en el que empezó a voltearse el partido.

El equipo que había marcado siete goles en nueve minutos se quedó en solo dos en los siguientes doce y, lógicamente, el Huesca aprovechó esa circunstancia para ponerse por delante en el marcador, con un parcial de 7-2 que le llevó al 12-9.

El duodécimo gol local lo encjaó Jakub Skrzyniarz, que en el minuto veinte había sustituido a Harbaoui (tres paradas) y se estrenó con intervención pero no pudo detener el rechace.

La mala puntería estaba lastrando al conjunto irundarra, que en el minuto quince y con 8-8 en el marcador ya contaba con cinco paradas del portero local Arguillas y dos balones fuera. No pudo mejorar en esta faceta y se fue al descanso con un pobre 52% de acierto, por 68% del equipo local. Incluso Arguillas (nueve paradas al descanso), detuvo un penalty a Rodrigo Salinas. En el segundo tiempo hizo otro tanto con Iñaki Cavero y Gorka Nieto.

Con todo, el resultado al descanso no era tan malo como podía haber sido. Los dos goles a última hora de Dariel García sirvieron para dejar en dos, 17-15, la desventaja que en minutos anteriores había sido de cuatro. Lástima que el cubano fue excluido en la última acción del primer tiempo –primera exclusión del mismo–, por lo que tocaba empezar la segunda parte con uno menos y balón en manos del anfitrión.

No fue por esa circunstancia, pero lo cierto es que el Bidasoa Irun estuvo siempre por detrás en el marcador durante el segundo tiempo, con algunas diferencias mínimas.

Un balón robado y contraataque de Eneko Furundarena puso el 20-19 y entre uno y tres goles de diferencia estuvo señalando el marcador hasta el 25-24, tras goles de Gorka Nieto al aprovechar el rechace del penalti que había fallado y de Asier Iribar.

El Bidasoa Irun había entrado en el último cuarto de hora con un gol de desventaja pero no dio sensación de poder llevarse el partido, ni siquiera el empate. Del mencionado 25-24 se pasó al 29-25 del minuto 50, momento en el que Cuétara agotó su tercer tiempo muerto y realizó su tercer cambio de portero. Ni eso, ni la defensa 5-1, ni atacar con dos pivotes... Nada servía ayer, cuando los equipos interpretaron papeles contrarios a sus posiciones en la tabla.

El Huesca, liberado de cualquier presión, disfrutó de noquear al segundo clasificado y el Bidasoa, sin puntería ni portería, sufrió su cuarta derrota en los últimos cinco desplazamientos. En el otro, a Granollers, empató.