Jornada redonda para que el Bidasoa Irun sea subcampeón

Venían los irundarras de un partido de máxima tensión en Granollers y vivieron en Artaleku uno completamente distinto. Más de una vez en la Liga Asobal salta por los aires la lógica que dicta la clasificación pero no fue el caso de este sábado, en el que se enfrentaron el segundo y el penúltimo, separados por 29 puntos antes de jugar. El cuadro montañés era último en Navidades con cuatro puntos y otros tantos ha sumado en 2024. No gana desde el 11 de febrero y este sábado, además con un buen número de bajas, se vio impotente ante un Bidasoa que se ciñó a su guion.

En este escenario, el 0-1 inicial no fue más que una anécdota, que se produjo únicamente porque el Sinfín le tocó realizar el saque inicial. Para el minuto cinco el marcador ya mostraba tres goles de diferencia (5-2), que eran cuatro cuando Mehdi Harbaoui marcó desde su área el 7-3, aprovechando que el Sinfín jugaba sin portero para poder atacar con siete. El franco-tunecino repitió la acción para el 14-8 y acabó el partido con dos goles, además de once paradas, una de penalty.

Hasta siete goles tuvo de renta el equipo amarillo en el primer tiempo, en cuyo minuto 19 entró en cancha de Mikel Galán Arana, nieto del primer presidente del Bidasoa y jugador de Ilcapo Hondarribia que está cedido en Santander desde hace poco menos de un mes. Marcó dos goles y dirigió bien a su nuevo equipo.

El 19-12 del descanso ya era muy aclarador y más todavía el 21-12 a los pocos minutos de la reanudación. Sin lugar a dudas el partido estaba sentenciado y lo aprovechó Cuétara para dar descanso a algunos jugadores. Otros como Jakub Skrzyniarz, Julen Mujika y Tao Gey-Emparan, lesionados, vieron el partido desde la grada.

Se beneficiaron de la situación un Tito Díaz que se fue a siete goles, un Eneko Furundarena que salió de su habitual zona defensiva y marcó tres y un Ander García Goñi que había debutado hace dos semanas y tuvo doce minutos, en los que detuvo un balón al veterano José Manuel Herrero Lon. ¡Se llevan casi treinta años!

Del 21-12 se pasó al 25-20 y el único tiempo muerto que este sábado uso Jacobo Cuétara, de los tres que tiene a su disposición, sirvió para volver a ampliar la diferencia más allá de los diez goles. Partido sin mucha historia pero que sirve para acercarse más al subcampeonato.