El Bera Bera ya sueña con remontar en el Gasca

Las cuentas son claras, el Bera Bera deberá remontar el domingo en el Gasca (12.00) una diferencia de siete goles. Si lo consigue, el billete a la fase de grupos será suyo. Si no lo hace, quedarán apeadas de Europa. Será un duelo de vida o muerte ante un rival que ahora ya conoce. Con una defensa férrea, un contragolpe letal y el poderío en los laterales dominaron el choque.

Por delante tienen una semana para analizar un partido que arrancó a una velocidad asombrosa. Camila Herrem, la estrella de las noruegas, poco tardó en abrir el marcador desde los siete metros. Las locales, con mayor comodidad desde el inicio, rasgaron el encuentro en la primera brecha (3-0). Con una defensa muy seria, al Bera Bera le costó mucho encontrar espacios y situaciones cómodas para lanzar. Con dificultades en la circulación de balón de la primera línea guipuzcoana, el Sola, muy atento y rápido a la contra, no perdonó ningún despiste.

El partido se escapaba y las noruegas consiguieron ponerse a seis, 13-7. Álvarez movió el banquillo, sacó a Karsten, que se entendió con Gavilán en una jugada bien trabajada en ataque que terminó con varios minutos sin anotar del conjunto donostiarra. Cuando el Bera Bera tuvo la opción de ponerse a cuatro, dos pérdidas lastraron a las azules. El Sola no perdonaba una, y en menos de dos minutos se le complicó aún más el resultado, 19-13.

El objetivo estaba claro; ir reduciendo la diferencia y traerse a casa la eliminatoria lo más abierta posible, y en el inicio de la segunda mitad el Bera Bera empezó a brillar. Provocó dudas en el rival y empezaron a ser un equipo mucho más reconocible. El de Ermua apostó por un sistema de 5-1 con mucha profundidad para sorprender, y lo consiguió. Un parcial de 0-4, con goles de Arroyo, Boada y Elke, redujo la diferencia a tres, 22-19. Paró el tiempo Steffen Stegavik para hacer frente al cambio en el sistema que estaba provocando las primeras grietas locales.

Pero la brecha de seis y siete goles que tanto les costó reducir se esfumó demasiado rápido. La superioridad local se impuso y las donostiarras le costaba lanzar a portería. Imanol volvió a arriesgar con un siete contra seis. Las pérdidas lastraron demasiado y las locales no se pusieron nerviosas para aguantar los siete goles de renta. Al final, Maddi paró un penalti pero lo remataron al rebote, Arrojeria tuvo la última sin apenas tiempo. Pero no entró. El Bera Bera deberá remontar el 39-32 el domingo en Donostia.