Hay que sudar mucho para ganar a este Juaristi Iraurgi

Sidy Cissoko tuvo que tomar el timón de la nave azpeiti-azkoitiarra tras la baja de Beñat Hevia y el chico de 17 años no se arrugó. El francés dio una auténtica exhibición de 24 puntos en el pabellón que en dos meses acogerá la Copa del Rey de la ACB.

Con la chispa y verticalidad necesaria hizo nueve puntos consecutivos ante un Granada muy desacertado en el tiro (8-12). Savkov, con cinco puntos, se subió al carro de Cissoko, que sumó otro triple, y cerró con 17-20 los primeros diez minutos. El base ya acumulaba 12 puntos y el acierto en el triple (4 de 6) y el empuje en el rebote ofensivo (tres capturas) del equipo fueron los aspectos diferenciales.

Pero si hablamos del Granada hablamos de uno de los equipos más completos de la categoría, tanto física como técnica y tácticamente. Los de Pablo Pin subieron líneas y la intensidad para atascar el juego del Juaristi, que tan solo metió cuatro canastas en juego en todo el segundo cuarto. Ellisor se encargó de defender a Cissoko y no pudo relucir tanto en el uno contra uno, y después de dos pérdidas y un mal tiro de Savkov los locales lograron la primera ventaja de la noche (21-20, min. 11). No metieron su primer triple hasta pasados los diecisiete minutos, que sirvió para poner un +4 (30-26), pero Cissoko respondió con su tercera diana para llegar con un ajustado 32-30 al descanso.

El juego había entrado en una dinámica que benefició claramente al Granada. Se pudo emplear a fondo en defensa sin que los árbitros apenas lo castigaran, mientras que el nivel de contacto permitido en la defensa guipuzcoana fue mucho más bajo.El Juaristi cometió siete faltas más y tiró doce tiros libres menos. Tuvo que ver su falta de contundencia en la zona, sí, pero también el arbitraje.

De todos modos, los de Iñaki Jiménez –recibió una técnica por protestar– resistieron y plantaron batalla. A pesar de verse 47-38, la tripleta formada por Cissoko, Savkov y Seoane –54 puntos entre los tres– demostró que todavía no habían dicho su última palabra. Los urolatarras se acercaron a cuatro puntos y tuvieron posesión para hacerlo aún más, pero una pérdida tonta del base francés propició una canasta de Iriarte para marcharse 60-54 al último cuarto, en el que apenas pudo responder al parcial de 19-7 que hizo el conjunto nazarí para sentenciar el encuentro. De un 62-56 se pasó al irremontable 81-63.