30.000 historias y dos txapelas en juego

La Behobia-San Sebastián es una carrera especial para todos y cada uno de los participantes. Es, con mayúsculas, LA CARRERA. El segundo domingo de noviembre llega una cita que muchos populares tienen marcada en el calendario. 29.732 corredores tienen dorsal para ser hoy parte de la gran fiesta, a los que hay que sumar cerca de 2.000 voluntarios, 154 rollers y 66 atletas con discapacidad. Además del público, que seguro que aprovecha el buen tiempo -precaución por que tal vez haga demasiado calor para participar en una prueba de 20 kilómetros como esta- para animar dejándose la voz.

El 19,57% de los inscritos no salió en la extraña carrera del año pasado -aún con restricciones-, y se espera que hoy ese porcentaje esté entre el 10 y el 15%. La 57ª edición de la Behobia ya está aquí. 30.000 historias -más de 6.000 de ellas de catalanes, superando por primera vez a los guipuzcoanos- y dos txapelas -siempre tan emotivas- en juego.

La carrera femenina tiene una clara favorita. Es Elena Silvestre. Esta turolense-guipuzcoana que llegó a nuestro territorio hace ya doce años para seguir con sus estudios -ahora vive en Errenteria junto a su pareja guipuzcoana-, trabaja, es atleta del Atlético San Sebastián... Vamos, que ya tiene gran parte de su corazón aquí. Fue segunda el año pasado.

Sin atletas Adidas con un nivel superior, Silvestre, de 35 años, que sabe lo que es correr la Behobia incluso con dorsal blanco saliendo de las últimas, es la mujer a seguir. Está preparando el maratón de Sevilla y fondo no le falta. Lucirá el dorsal 2. Seguro que cuando pase por Errenteria, el público se vuelca con ella. Ha estado un poco pachucha y «nerviosa» durante los últimos días, pero la pupila de Ricardo Jiménez seguro que saca fuerzas.

La salida de las atletas de élite femenina será a las 9.55 horas. Y en ella se espera a la catalana Mireia Guarner (dorsal 3), en un buen momento y tercera en la edición del año pasado. También estará Pilar Fernández (10). Silvestre tiene una ocasión de oro.

Cinco minutos después de la salida femenina, es decir, a las 10.00 horas, llegará el turno de los hombres de élite. Todo está en el aire. La txapela está muy cara y aventurarse a decir quién es el favorito es complicado.

Chakib Lachgar (dorsal 4) seguro que está en la pelea. Ahora tiene mucho más fondo que en 2019, cuando ganó de forma magistral. En 2021 se perdió la carrera. Ayer corrió en Atapuerca -fue quinto con su equipo, el Scorpio de Zaragoza, en el relevo mixto del Campeonato de España de cross-. Ha llegado incluso a debutar en maratón y sigue siendo rapidísimo en los metros finales. Lachgar, nacido en Marruecos hace 33 años, vive en Irun y cuenta desde este año con la nacionalidad española. Lleva más de una década en Gipuzkoa tras haber llegado en los bajos de un camión. «Ahora me conocen. Estoy bien».

En Behobia también estará el aragonés Jesús Olmos (6), que prepara el maratón de Valencia. Cuarto en 2019 y segundo en 2021, el 'runner frutero' llegó el viernes a Donostia. Está motivadísimo. Otro que lo está es el catalán Artur Bossy (7). Llegó a ser campeón de España de 3.000 metros en pista cubierta hace tres años y fue dos veces internacional absoluto ese mismo año. Las lesiones se han cebado con este fondista de 28 años que se estrena en la Behobia y que seguro que está en la pelea. «Llego en un gran momento. En el medio maratón de Valencia no pude demostrarlo y por eso voy a correr esta carrera. Me han hablado maravillas».

Y el cuarto de los, a priori, grandes favoritos es Alberto Sánchez Pinilla (17). El abulense, con 1h03:14 en medio maratón, vive desde hace cuatro años en Bizkaia, de donde es su pareja, con la que espera pronto un hijo. «Me retiro en la Behobia. Y voy a dar el máximo, salga lo que salga». También habrá que tener muy en cuenta a Pablo Salaverría, con una gran marca en 10K, a Aitor Etxeberria, al triatleta Nan Oliveras, al veterano Pedro Vega o a Alexander Oiarbide.

El segurarra Eneko Agirrezabal, ganador el año pasado, lucirá el dorsal 1, aunque no llega en su mejor momento. Es posible que se le vea corriendo con el catalán Carles Castillejo, tres veces triunfador en el Boulevard y entrenador de Bossy. Correrá, aunque está lejos del estado de forma que le valió para subir a lo más alto del podio en tres ocasiones. Que empiece la fiesta.

• Temas
• Eneko Agirrezabal