Agirre e Iztueta celebran las txapelas ayer en el Labrit de Pamplona. Miguel Osés
Pelota

Agirre es aplaudido hasta por Eskiroz

El de la Arrotxapea da una exhibición en la final de Promoción y consigue su tercera txapela mientras que el tolosarra Iztueta gana su primera

Beñat Barreto

San Sebastián

Sábado, 23 de marzo 2024, 20:52

Todos los deportistas necesitan un periodo de cocción para consolidarse en la elite. La pelota de los últimos años se ha convertido en una máquina ... de triturar pelotaris. Firmas por dos años y debutas joven, no tienes margen para cumplir con las expectativas y terminas tu carrera deportiva a los 24 meses. Aaron Arbizu es el último caso reciente, pero antes otros sufrieron el mismo desenlace.

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Por eso se celebran los triunfos tardíos en la pelota, esos ganados a pulso a base de esfuerzo. Elordi ganó el Manomanista con 27 años. Peio Etxeberria alcanzó su primera final del Cuatro y Medio con 25. Zabala está en el mejor momento de su carrera y amenaza con dar guerra con 26. Asier Agirre, que cumplirá 29 en junio, no tiene pinta de que vaya a dar el salto a disputar partidos de primera con los mejores. Pero la pelota agradece pelotaris como él, quizás menos vistosos a lo largo de su carrera, sobre todo a la hora de rematar, pero que se dejan la vida en el día a día para hacer grande este deporte.

Agirre-Iztueta

22

-

6

Larrazabal-Eskiroz

  • Tiempo de juego: 46 minutos y 29 segundos.

  • Pelotazos a buena: 358.

  • Tantos de saque: Agirre, 3. Larrazabal, 0.

  • Faltas de saque: Agirre, 0. Larrazabal, 0.

  • Tantos en juego: Agirre, 12. Iztueta, 0. Larrazabal, 3. Eskiroz, 1.

  • Tantos perdidos: Agirre, 1. Iztueta, 1. Larrazabal, 5. Eskiroz, 2.

  • Marcador: 0-3, 8-3, 8-4, 14-4, 14-5, 18-5, 18-6 y 22-6.

  • Momios de salida: 100 a 90 a favor de Larrazabal y Eskiroz. 70 a 100 por abajo.

  • Incidencias: Lleno en el Labrit de Pamplona con 1.00 espectadores. Ganaron también en la grada los seguidores de Agirre e Iztueta. Los más ruidosos, los de la comarca del Tolosaldea.

El de la Arrotxapea consiguió ayer su tercera txapela en el Parejas Promoción tras pasar por encima de Larrazabal y Eskiroz acompañado de un buen Iztueta (22-6). «Hemos hecho un campeonato redondo hasta la final, y en el día grande nos ha salido el mejor partido», verbalizaron los dos ganadores. Tras un 0-3 con un fallo de Iztueta, un rebote de Eskiroz y un buen gancho de Larrazabal, vino la exhibición de Agirre, que probablemente tuvo uno de los días más acertados de su carrera deportiva en el remate. Se equivocaron Larrazabal y Eskiroz no pidiendo tiempo viendo el recital del delantero de Pamplona. Comenzó a ensuciar el juego como le gusta, y Larrazabal picó. Acertó una barbaridad con el gancho. Clavó tres prácticamente seguidos. El 5-3, el 7-3 y el 8-3. Precioso el segundo desde casi el cuadro cinco.

Rompió a aplaudir su hinchada, mayoría gracias a la afición llegada desde Tolosa para animar a un Iztueta que progresa adecuadamente. «No esperábamos un partido así porque teníamos a una pareja grandísima enfrente. Siendo sincero, he llegado muy nervioso a la final. Me ha costado entrar, pero cuando hemos sacado algo de renta he empezado a tener mejores sensaciones», verbalizó en vestuarios. Tiene una manera de golpear a la pelota bellísima, tanto de derecha como con la izquierda. Atrasa bien la pelota cuando encuentra altura. Él y Eskuza pelean por ser los zagueros del futuro en las dos empresas. Imposible elegir a uno cuando se puede disfrutar de los dos. No conviene tampoco poner demasiada presión sobre ambos, es mejor que los frontones les pongan en su sitio en el debido tiempo. Que se lo digan a Larrazabal.

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Mal día en la oficina

No estuvieron en la final los ganadores del año pasado. Larrazabal tiene unas cualidades asombrosas para terminar tantos, pero cuando no está, no está, y es difícil que se meta en los partidos. Aspecto claramente a mejorar. Sin olvidar que todavía tiene 21 años, quizás su primer Parejas de Primera le vino demasiado pronto. Miren también el rendimiento de Artola tras dos años ausente por obligación.

Al primer descanso obligatorio, el Labrit ya se había quedado sin final. Agirre metió el mejor de sus seis ganchos. En una posición forzada, dibujó uno matemático. Se marchó a vestuarios a carcajada limpia. «Me sale todo». Eskiroz le aplaudió.

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