Películas para tiempos convulsos

El equipo de selección de las películas del Festival de Cine de San Sebastián ha puesto especial atención en no mirar hacia otro lado «en un momento en que el mundo vive tiempos convulsos y hacer hincapié en la importante función social que tiene el cine con su capacidad de agudizar nuestra visión del mundo que nos rodea, para despertar conciencias, para desvelar injusticias y crímenes que quedaron impunes, para enseñarnos, en definitiva, a cuestionarnos el mundo en que vivimos y cómo lo vivimos. Un cine, en definitiva, que no solo está ahí para ser mirado, sin también para mirar a su alrededor».

El director del certamen, José Luis Rebordinos, recordó durante la presentación del Festival de Cine de San Sebastián que «en un momento en que la crisis afecta a muchos países, en distintos puntos del mundo están surgiendo nuevos conflictos bélicos y en otros se están recrudeciendo, son necesarias las películas comprometidas que nos hagan reflexionar sobre el pasado y el presente para poder entender qué nos está pasando». Aunque también aseguró que este año no faltará cine de género: comedia, thriller, melodrama...

Parte de ese agitado ambiente social es el trasfondo de algunas de las películas que se presentan este año en la Sección Oficial del Festival de Cine de San Sebastián . Son títulos, según los responsables del Festival, que «demuestran la sensibilidad de sus directores hacia temas preocupantes». Así, en 'Tigers', Danis Tanovic desvela la falta de escrúpulos de las grandes corporaciones en el escenario neocolonialista; al tiempo que se pregunta sobre la posibilidad misma del cine para denunciarla; en 'Murieron por encima de sus posibilidades', Isaki Lacuesta plantea, desde la sátira, las consecuencias sociales de la crisis económica; la inmigración es el transfondo común de dos películas que, en principio, se adscriben a géneros tan diversos como la comedia romántica en 'Samba' de Oliviar Nakache y Eric Toledano, o el cine de aventuras marinas en 'Haemoo', de Shim Sung-Bo; las barreras sociales que levanta la religión en 'Félix et Meria', de Macime Girous; los crímenes de estado en 'Lasa eta Zabala', del donostiarra Pablo Malo o la mejor tradición del cine negro, como forma de cuestionar el reciente pasado histórico, en 'La isla mínima', de Alberto Rodríguez. 'Autómata' es una incursión española en la ciencia ficción en la que Gabe Ibáñez especula sobre el futuro.

Siguiendo la línea de este cine comprometido, los responsables del Zinemaldia destacan que «también, en una esfera más privada y doméstica, los protagonistas de otras películas seleccionadas este año se ven obligados a afrontar dilemas morales de todo tipo, heridas que tocan nuestra fibra sensible porque son terriblemente reconocibles y cercanas». La eutanasia es el tema de 'Silent Heart' (Bille August); las situaciones extremas a las que puede llevar el amor aparecen en 'Magical Girl' (Carlos Vermut); 'La voz en off' (Cristián Jiménez) trata sobre la necesidad de cambiar un esquema de vida que nunca se ha cuestionado y 'Una nouvelle amie' (François Ozon) sobre la aceptación de un sistema de valores diferente. 'Loreak' (Jon Garaño y Jose Mari Goenaga) y 'Second Chance' (Susanne Bier) hablan de la imposibilidad de aceptar la muerte de un ser querido, mientras que 'Eden' (Mia Hansen-Love) habla del miedo a perder la juventud.

Rebordinos recordó que «los jóvenes talentos que presentan sus trabajos en la sección Nuev@s Director@s también trabajan escenarios repletos de inquietudes y preguntas: la crisis económica, la supervivencia en hostiles entornos sociales, la búsqueda de la identidad y la necesidad de afirmación frente al mundo». Respecto a Zabaltegi destacó que «presenta un amplio abanico de propuestas de formato, como documental, cine de animación o cortometraje, en un espacio privilegiado del Festival para encontrar ese cine que interesa a la condición Humana».