«No sé si la fluidez de género está de moda»

Como formato de producción, y dado que esta impulsada por una plataforma televisiva que va a emitir los ocho capítulos con periodicidad semanal, 'We Are Who We Are' es una serie. Pero Luca Guadagnino se refiere a ella como una película de siete horas y media, y con esa continuidad se proyectó ayer en el Kursaal.

«He sido un privilegiado», afirmaba Luca Guadagnino en la rueda de prensa a la que se presentó en solitario, «porque he trabajado con productores abiertos a la manera en que quería hacer la película, que se ha rodado y concebido como algo global, como un largometraje. El único cambio con respecto a mi forma de rodar cine es que decidí junto a mis tres directores de fotografía que íbamos a trabajar en digital, porque creo que transmite mejor el aquí y ahora que yo buscaba, en lugar de usar película en 35 mm. como he hecho en anteriores filmes».

Luca Guadagnino es uno de los directores más prestigiosos en estos momentos, después de la gran acogida que tuvo 'Call Me By Your Name' en 2017, que ganó el Oscar al mejor guion adaptado, entre muchos otros premios, y apreciados filmes previos como 'Yo soy el amor' (2009) y 'Cegados por el sol' (2015). Además, se ha permitido últimamente hacer un 'remake', 'Suspiria' (2018), y un mediometraje con la producción de un largo de primer nivel, 'The Staggering Girl' (2019).

Así que Guadagnino no se pliega a formatos, duraciones y fórmulas. «Me gusta contar historias, es mi vida. Lo haría gratis, porque me gusta hacerlo, pero esto no se lo digan por favor a mis productores», manifestó Guadagnino riendo. «Hacer cine es un viaje que puede tener muchas formas».

En esta ocasión se centra en una serie de personajes que coinciden alrededor de una base del ejército americano en el Véneto. Y Guadagnino retrata ese microcosmos especialmente desde la mirada de los adolescentes y jóvenes, y con la diversidad, de opciones sexuales, razas y fisonomías, como punto de partida.

Sin embargo Guadagnino aclara que no ha querido hacer una película sobre la diversidad en sí, ni sobre las variantes incluidas en las siglas LGBTI: «No me interesan mucho los temas en sí, no creo que en la vida normal nos expresemos a través de los titulares de la semana. La fluidez de genero es algo que forma parte de nuestro ser, porque un adolescente ya vive una serie de transformaciones por la forma en que cambia su cuerpo. No sé si los chavales están más abiertos a la fluidez de género o no, no lo sé», plantea el director. «Los temas de los titulares pueden estar pasados de moda mañana, es mejor centrarnos en las vivencias de las personas», concluye el director.

Este trabajo requería un cuidadoso 'casting' del grupo de adolescentes protagonistas, pero Guadagnino aclara que «para mí trabajar con adolescentes es igual que hacerlo con adultos. El proceso fue maravilloso, quisimos que los personajes fueran encajando en los actores, que eran personas muy abiertas a los guiones y de una manera muy hermosa. Es como tallar un trozo de madera, buscando la madurez de los personajes. Los actores conocían la evolución que debían tener. Pero no hubo ninguna sensación de estar tratando temas polémicos».

El espacio en el que se desarrolla la historia es peculiar, porque «es como una pequeña América pero en otro lugar». Todo partió de la idea de «un microcosmos que podía contener toda las historias y que es un paradigma de un mundo mucho más grande». Pero a los habitantes de «esta pequeña América» también quería «enfrentarles con lo de fuera, me parecía importante. Yo crecí en muchos lugares diferentes, y tengo constantemente esta sensación de desplazamiento que me hace mantener mi mente abierta», asegura Guadagnino.

La acción se sitúa hace cuatro años, y coincide con la campaña presidencial de Trump, que también aparece en el relato. «Si quieres contar el ahora es mejor retroceder un poco para tener perspectiva, para saber cuál es el contexto en el que vives tu vida. Todos tenemos la conciencia de lo que esta sucediendo a nuestro alrededor. Y crear la serie durante la campaña de Trump posiblemente tuvo que ver con la idea de un paraíso perdido, después de Obama, venía la caída, el colapso», explica Guadagnino.

Sobre su papel de jurado no quiso decir mucho: «Tengo que guardar el secreto en todo lo relativo a ese papel, pero mi aproximación a las películas será como la de cualquier persona del público, o quizás como el antiguo crítico de cine que fui». ¿Su siguiente proyecto? «Cogerme unas vacaciones en cuanto acabe esta estancia en San Sebastián». La idea de dar continuidad a 'Call Me By Your Name' en otra película sigue en pie, «pero no será una secuela, sino una crónica de lo que les ocurre a esos personajes un tiempo después, más bien como el ciclo sobre Antoine Doinel de François Truffaut».