'Blind Spot' cierra la competición con un angustioso drama a tiempo real
La actriz Pia Tjelta hace un ejercicio de interpretación tan orgánico que ha reconocido que le dejó «agotada emocionalmente»
EFE
SAN SEBASTIÁN
Viernes, 28 de septiembre 2018, 17:07
La actriz sueca Tuva Novotny debuta en la dirección de largometrajes con 'Blind Spot' ('Ángulo muerto'), una película experimental rodada en un solo plano secuencia, que transmite, minuto a minuto en tiempo real, la angustia de una familia que asiste impotente al suicidio de su hija adolescente.
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El tema, ha reconocido la directora en la rueda de prensa posterior a su proyección en la sala grande del Kursaal, es un toque de atención sobre la incapacidad de las personas de comunicar a los demás las cosas que realmente les preocupan.
«Vivimos con el concepto de la felicidad permanentemente en nuestras vidas, por eso no hablamos de lo que nos hace infelices. No sé si llamar a todo enfermedad mental, no sabemos si ocurre en todos los casos, pero sin duda es un estado de la sociedad, entrenada para contemplar la felicidad y la frustración de no tenerla», ha dicho.
Esta actriz sueca, conocida entre otros trabajos por 'Come, reza, ama', se pasa a la dirección con esta producción noruega protagonizada por la actriz Pia Tjelta, que hace un ejercicio de interpretación tan orgánico que ha reconocido que le dejó «agotada emocionalmente».
Según ha explicado la directora, la versión definitiva de la película, que dura 98 minutos, fue el tercer intento; solo rodaron otras dos veces, con algunos ensayos fraccionados, pero el metraje se hizo del tirón. Las dos tomas anteriores, en las que también se rodó la película íntegra, fueron -con ser el mismo guion- «sucesos diferentes».
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«Solo cuando acabé de rodar me di cuenta del desafío que era, y desde luego, no era fácil», concede Novotny, quien confiesa sus ganas de «hablar de los ángulos ciegos de la sociedad».
«Hay una generación de jóvenes que se han criado para ser más rápidos, más listos y mejores que los demás, pero hay muchos que deambulamos por el mundo con muchos problemas y sin capacidad para poder comunicarlos», ha reflexionado.
La acción comienza en la cancha de balonmano de un centro educativo de una pequeña ciudad noruega; dos chicas del equipo, estudiosas, tímidas, hablan de naderías.
La cámara sigue a una de ellas hasta su casa, donde su madre está durmiendo a su hermano de cinco años. La chica llama al padre por teléfono para desearle buenas noches y salta por la ventana.
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A partir de ese instante, el dolor y el sufrimiento de la madre y el abuelo, primero, que siguen a la niña en ambulancia hasta el hospital más cercano, y después, del padre, son los auténticos protagonistas: los 'por qué', la incomprensión, la búsqueda del motivo.
Su investigación para preparar la película le ha llevado a comprobar que todos los expertos recomiendan «hablar» y hacer ver a los enfermos que «no están solos».
Así, dice Novotny, el mensaje final de la película, que le transmite la madre a su hijo pequeño, es 'siempre puedes venir a mí', «y ese es también mi mensaje: que podemos contar unos con los otros».
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Respecto a la decisión de prescindir de los cortes, la directora ha explicado que el montaje le parece una «herramienta muy invasiva, muy fuerte» y el tema «necesitaba mucho cuidado» porque «no queríamos dramatizar ni la enfermedad mental ni el suicidio. Queríamos ser una mosca en la pared», subraya.
También buscó «alejarse de la culpabilidad», añade.
«Investigando nos dimos cuenta de que la mayoría de la gente que sufre un suceso como este no lo vio venir. Así que quise examinar ese extremo e investigar por qué no se puede hacer nada. Y creo -concluye Novotny- que se debe a que nos preguntamos poco cómo estamos, ese es nuestro 'ángulo ciego'».
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La película es la última que se proyecta con en la competición por la Concha de Oro del Festival de San Sebastián.
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