Karlos Arguiñano, récord de audiencia 34 años después

La cocina es uno de los ingredientes que ni falta ni falla en el menú de una parrilla televisiva. Pasan los años pero siempre es un contenido fijo, a una u otra hora, en las cadenas de televisión, con espacios de recetas, demostraciones de elaboraciones culinarias o recomendaciones de restaurantes. Pero entre todos ellos, la estrella que más brilla en televisión es la de Karlos Arguiñano que después de tres décadas ante las cámaras sigue cosechando éxitos de audiencias.

Este martes 13 de junio el cocinero guipuzcoano logró batir el récord de audiencia de su actual programa en Antena 3 TV, bautizado como 'Cocina abierta' desde 2019. El programa de Arguiñano consiguió ser líder de la franja de la mañana con un share del 21,3%, su mejor marca histórica al reunir a ese porcentaje de telespectadores, que en números brutos sumaron 1.1410.000 espectadores de media y 1.600.000 espectadores únicos. La comparativa es abrumadora por la diferencia de 7,9 puntos sobre su inmediato competidor, según ha publicado la propia cadena. Otro dato que da la medida de este éxito es que en el mismo día Masterchef logró un 14% de share y 1.381.000 seguidores.

«Son datos de otra época», señalan los especialistas en audiencias televisivas. Pero más allá de esta marca, la fidelidad de los seguidores de las recetas de Karlos Arguiñano se cuentan por cientos de miles cada día que siguen con atención sus recetas, sus trucos y sus tradicionales chistes, que siempre sorprenden.

A sus 74 años Karlos Arguiñano continúa en plena forma y mantiene su cita diaria con los telespectadores siempre haciendo gala de su buen humor y de su facilidad para comunicar las recetas. Así lleva de forma casi ininterrumpida desde sus inicios televisivos en 1989 en Euskal Telebista. En estos más de treinta años ha logrado ser uno de los personajes televisivos más queridos en España e Iberoamérica, como demuestra el hecho de que casi cada día lleguen a su restaurante de Zarautz decenas de turistas deseando encontrarse con él para saludarle.

«Somos lo que comemos, la vida es así, de lo que disponemos hay que saber elegir.. ya lo dijo Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como...», con esta frase cantada comenzaba el chef este programa de récord antes de explicar las dos recetas del día: calabacines rellenos de gambas y de segundo «un higadito encebollado de esos que da gusto tenerlos en la mesa para chuparnos los dedos; dos recetas de 10».

Como en él es habitual, Karlos Arguiñano aprovechaba también esta entrega de 'Comida abierta' las pausas entre explicaciones para dar trucos como el que utilizaba para cortar «muy fino» el calabacín. Así, mostró una mandolina «muy útil para tener en casa ya que permite para zanahorias, para patatas,...». También en este programa dejó alguna de sus célebres frases como «esto es un espectáculo, cómo es la comida sana, la comida sana de verdad».

Otro ingrediente que no faltó en este programa tan especial fue el de las anécdotas personales que cuenta a sus seguidores cada día (el día anterior recordó cuando Arguiñano era camarero). En este caso hizo referencia al martes y 13: «Fijaros que yo a este día nunca le he tenido miedo, dicen que en martes ni te cases ni te embarques, pero a mí me daría igual casarme con la misma, no iba a cambiar... algún premio me darán también porque voy para 52 años de casados..., bueno, más a ella (risas)».

Aunque la anécdota más curiosa fue que el restaurante Karlos Arguiñano de Zarautz. «Lo abrimos un martes 13 con 13 mesas; la calle se llamaba entonces Alfonso XIII y el local estaba en el número 13... además, el teléfono era el 13 00 00, así que ningún miedo al 13, él me ha cogido miedo a mí (más risas)». Genio y figura.

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