El divertido chiste de Karlos Arguiñano sobre los donostiarras y la Tamborrada
El cocinero de Zarautz hizo gala de su gran sentido del humor mientras elaboraba en televisión una doble receta de cocina: tallarines verdes y costilla de cerdo a la miel
Lunes, 26 de junio 2023, 11:42
Karlos Arguiñano sigue sacando lo mejor de sí mismo en televisión. El popular chef, dicharachero y extrovertido como pocos ante las cámaras, acostumbra a explicar en 'Cocina abierta' sencillas recetas de cocina para todo tipo de situaciones, y paso a paso. Eso sí, en el programa de gastronomía que presenta a diario en Antena 3 el cocinero de Zarautz también suele aprovechar para recomendar trucos de cocina siempre muy aplaudidos por su audiencia. Y, cómo no, continuamente aderezados de un gran sentido del humor y divertidas bromas.
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Una buena muestra de ello fue el programa de este domingo, reposición de una emisión de marzo en la que Karlos Arguiñano elaboraba un menú de cocina muy sabroso: unos tallarines verdes para abrir boca y una costilla de cerdo a la miel como segundo plato. En un momento dado, el chef de Zarautz se dispuso a triturar las espinacas, después de haber añadido ingredientes como la albahaca, los anacardos y la leche, además de imprescindibles como el aceite de cocina virgen extra y la sal. Una vez elaborada la crema, Arguiñano la mezcló con la cebolla y el ajo ya pochados en la sartén. Y ahí fue donde Karlos Arguiñano sacó nuevamente a relucir su vena más graciosa, esta vez con un chiste sobre los donostiarras y la Tamborrada.
El chiste de Karlos Arguiñano
«Iba un avión repleto de pasajeros. Muchos de San Sebastián, más de la mitad. Y de pronto, la parte inferior del avión, en un golpe de viento, se va. ¡Pfffff! Todos se quedan colgando como en un trolebús, todos colgando de las barras de arriba», comenzó Karlos Arguiñano levantando su brazo derecho, como si estuviera agarrándose en las sujeciones de la parte superior.
«Y el comandante dice: ¡Hay exceso de peso! ¡Hay que soltar lastre, hay que soltar lastre! Y uno que estaba allí se acordó y dijo para sí mismo: 'Con la cantidad de gente de San Sebastián que hay aquí…'. Y gritó en alto: 'La Tamborrada, la Tamborrada'. Y comenzó a entonarla: 'Pa-pa-pa-pa-pa-pa-pa-ra-ba-ra-ba'», siguió Arguiñano mientras canturreaba los primeros instantes de la marcha de San Sebastián.
A ello le seguían los primeros golpes de tambor con los palillos de ambas manos y… «¡Bufff! El avión bajó y siguió planeando -con la mitad del pasaje ya a bordo después de que los donostiarras se soltaran para tocar el tambor-. Y de ahí hasta el destino», se rió Karlos Arguiñano bajando la mano de golpe, con sonrisa pícara. Un divertido chiste que ha recibido el aplauso de los internautas y que no ha hecho sino confirmar el buen humor del que siempre hace gala el cocinero de Zarautz.
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