Sergio del Molino y el colapso, hoy en el festival Crossover

Escritor y periodista, bien conocido por su ensayo 'La España Vacía', Sergio del Molino cree que es probable que ese colapso ya haya llegado, pero considera también que se trata de una transformación sutil. «Vemos como el mundo cambia, pero sucede de una forma íntima que no tiene nada que ver con la visión del fin del mundo de las series más apocalípticas».

Lo que sí admite es que las series crean adicción por su propia dinámica, aunque recuerda que esta es una cuestión que viene desde los folletines del siglo XIX, que también se publicaban por capítulos. «Lo que ahora consideramos como grandes novelas de la época eran series muy largas porque el público demandaba más capítulos. Lo que sí es nuevo respecto a las series de televisión de siempre es que no son periódicas, se venden por temporadas y las consumimos en plan atracón. Las series siempre han levantado pasiones y en ese sentido no son un fenómeno nuevo aunque, eso sí, han dejado de ser el hermano feo de la cultura audiovisual».

En lo que Sergio del Molino no está de acuerdo es en que tengan ese marchamo elitista y ese prestigio que incluye también a quienes las ven. «Es que hay algunas que son muy buenas, vanguardistas, interesantes... Pero la mayoría podían haberse hecho hace cincuenta años. Hay muchos saldos, mucha basura. Y es normal. Las plataformas deben grabar el máximo número posible y no hay talento en el mundo que consiga afrontar tanta serie y que sea de calidad».

La última tendencia es ver documentales, que también vienen seriados. Si cada temporada de la ficción consta de diez capítulos, los documentales son de seis. «Lo que los alarga de forma innecesaria en muchas ocasiones. El género se ha dignificado mucho, pero ha fomentado una gran cantidad de material innecesario. Se pueden hacer buenas coas y que duren hora y media».

Más allá de las series de las plataformas siguen existiendo las tradicionales, las del modelo 'Falcon Crest' o 'Anatomía de Grey', que arrasaron en su momento. «Siguen teniendo éxito. Es un género que no ha muerto, aunque eso sí, uno no puede darse un atracón como en las de las plataformas».

Como siguen existiendo los culebrones, aunque esta vez son los turcos los que encabezan el género como hace años hicieran los venezolanos. «Han sabido encontrar su lugar en los dos mundos. Antes había un tipo de televisión para occidentales y otro para árabes. Lo dominaban los egipcios, hasta tal punto que los jóvenes de habla árabe utilizaban muchas expresiones del dialecto de este país. Pero eran poco exportables». ¿Qué han hecho los turcos que han invadido muchos mercados televisivos? Grabar culebrones que puedan tener venta en el exterior. «No aparecen símbolos religiosos, ni velos, ni ropa tradicional árabe... Están pensados para cualquier país y lo han conseguido».