La polémica que ha dado mucho que hablar en El Conquistador

El Conquistador de RTVE no deja indiferente a nadie. Y es que el reality de aventuras presentado por Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva continúa sacando la máxima exigencia de los concursantes que aún sobreviven a sus duros desafíos. Y ni los integrantes del equipo Corocote ni las Atabey, ni siquiera los Yocahu -los más numerosos- se libran ya de las duras pruebas que ha propuesto hasta la fecha la gran apuesta de la cadena pública para la nueva temporada. Y, cómo no, tampoco de las tiranteces y los problemas de convivencia que padecen unos y otros en pleno Parque Nacional de los Haitises de la República Dominicana.

El quinto episodio de El Conquistador tuvo como grandes protagonistas a los Yocahu. Y esta vez, por su faceta menos amigable. Porque, sorprendentemente, la actuación del equipo capitaneado por Cesc Escolá dejó mucho que desear tanto en la prueba de inmunidad como en la de eliminación. ¿La razón? Sus discrepancias internas y continuas disputas, originadas especialmente por un espíritu libre como el de Guyo, siempre directo y tozudo en sus opiniones.

Todo comenzó con la prueba de los caníbales, una de las más populares en el ya veterano (y exitoso) concurso de El Conquis de ETB2. En ella, el equipo de David Seco, Gorka, Puma y compañía tomó el mando tras ser el primero en llenar la probeta con un litro de sangre. Solo que… sufrieron un inesperado imprevisto. «Alguien la ha tocado con las manos y la ha tirado», denunció Raquel Sánchez Silva al ver cómo el envase se hacía añicos al caer al suelo de forma accidental. Los Yocahu no daban crédito a su mala suerte y a su polémica eliminación: habían sido automáticamente descalificados por un error de… ¿quién? Y mientras tanto, los Corocotes y las Atabey, a lo suyo, dándolo todo en busca de todo tipo de vísceras y trozos de cerdo… Y, cómo no, del preciado campamento rico.

La prueba de inmunidad la ganaron finalmente los azules, quienes ya previamente se habían llevado un susto importante: Andrea Llorca había caído al suelo desmayada súbitamente. La concursante azul, no obstante, se recuperó rápidamente y se excusó sin dar mayor importancia al incidente. «Ha sido el calor», argumentó para tranquilidad de sus compañeros. Sea como fuere, el equipo de Mati, Nai, Chase y compañía no dudó en celebrar su éxito con comida, bebida y mucha música. Aunque, eso sí, no faltaron las ya habituales disputas entre Finito y Keroseno y Andrea Azkune y Euxebi.

Bien diferentes eran los ánimos en el seno del equipo Yocahu. Y es que en el campamento infernal de El Conquistador los problemas de convivencia no tardaron en hacer acto de presencia, sobre todo cuando llegó el momento de analizar las causas de su fracaso en la asamblea. ¿Quién había sido el causante de su eliminación? La polémica estaba servida, pese a que todos los concursantes del equipo rojo quisieron hacer piña y pasar por alto el accidente… Y hasta el propio Cesc Escolá advirtió: «No voy a tolerar acusaciones a la espalda y cosas de niño pequeño». Todos… excepto Guyo. Porque el cubano no era de la misma opinión y quería que el culpable diera la cara. Ello volvió a generarle no pocos problemas con sus compañeros, sobre todo con Montoya, el presumible cabeza de turco.

«Cuando se rompió el recipiente yo lo vi todo. Alguien tenía que tener la responsabilidad de decir la verdad», aseguró al mismo tiempo que el resto de rojos le daba la espalda en un intenso y polémico debate. Y fue la propia Raquel Sánchez Silva quien tuvo que salir al rescate del concursante cubano: «Guyo dice la verdad», aseguró antes de que Julian Iantzi tachara el comportamiento del equipo rojo de «linchamiento». Dio igual, el cubano fue nominado por una amplia mayoría, mientras que el propio Gorka le acompañó posteriormente por decisión de su capitán.

El duelo de eliminación planteado por la organización de El Conquistador tenía su especial dificultad, ya que los concursantes en liza (la Atabey Joana, los hermanos Daniel y Miguel y el propio Guyo) debían desenredar una maroma de 30 metros antes de volver a enroscarla en una rama habilitada al efecto. Los hermanos del equipo rojo no dejaron lugar a la sorpresa y tras mostrar una gran astucia y habilidad lograron el triunfo en la prueba.

Su actuación bien les valió el reconocimiento de Julian Iantzi, quien también alabó el comportamiento de Joana, segunda clasificada. Peor suerte corrió el propio Guyo, que se atascó en la zona del manglar y no pudo completar la prueba a tiempo. Su eliminación, con todo, no escoció especialmente en el seno de los Yocahu, que lo vieron como algo positivo por ser el miembro discrepante del grupo: «Ahora ya no tenemos handicap, eso es verdad», sentenciaron.

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