Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo: «Ni soy gracioso, ni tengo salero»

A Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo (Pamplona, 1970) no le quedaba más remedio en esta vida que salir aventurero. De lo contrario le habría resultado difícil integrarse en una familia capitaneada por su tío, Miguel de la Quadra-Salcedo, atleta olímpico, corresponsal de guerra y creador de la 'Ruta Quetzal', y sus padres, un marino mercante y una arqueóloga. También hubo un ministro de Justicia de España, Tomas de la Quadra-Salcedo. Discovery Max ha visto el potencial de este navarro de dos metros de altura y barba frondosa. Y después de un desayuno informal le ha hecho una oferta: 'Mares', una serie de cuatro documentales sobre la vida en el Estrecho de Gibraltar que se estrena el próximo miércoles, a las 22.30 horas.

«Estudié Derecho y no tuve las narices de opositar, prefería la aventura. Estoy muy orgulloso de lo que he visto en casa, de las cosas bonitas que nos inculcó nuestra madre, del amor a la Historia y de ser curioso. Igual si mi padre hubiese sido torero, habría acabado siendo un matador de dos metros», bromea.

A bordo de su inseparable velero, botado en 1966 en Goteborg (Suecia) y restaurado con su diseño original de madera, Telmo recorrerá la costa fronteriza del sur del país siguiendo las leyendas de Hércules. La mitología griega dice que separó los continentes de África y Europa creando en medio el Estrecho de Gibraltar. Una línea de mar de 14 kilómetros que comparten españoles, marroquíes, ingleses y americanos de la base de Rota (Cádiz), y que concentra el 50% del tráfico marítimo del mundo (3.000 barcos mercantes al día). Además de ser el escenario de un intenso tráfico de drogas y de la tragedia de los inmigrantes que tratan de alcanzar la costa.

«Ha sido una experiencia muy dura de grabar, porque las aguas del Estrecho son muy peligrosas, pero no nos queríamos centrar en el riesgo ni forzar situaciones, tan solo mostrar una costa que para muchos es completamente desconocida, con su fauna y sus gentes», explica este navegante, al que la pasión por el mar le viene de largo, cuando se enroló con 22 años en la expedición que conmemoró el quinto centenario del descubrimiento de América con réplicas de las naves originales.

Como Quijote, no estará solo en la aventura. Pepé, un marino gaditano experto, le acompañará como buen Sancho Panza, poniendo cordura a veces. «Cuando me llamaron para navegar nunca pensé que me iban a meter con un oso en el barco», explica Pepé con cachondeo. Y Telmo enseguida le replica, que él también ha pasado lo suyo...: «La convivencia es muy dura en los barcos. Yo soy un tío del norte. No soy ni gracioso ni tengo salero, como la tontería esa de los '8 apellidos vascos'... ¡La gente del norte no se abraza! Eso sí me ha costado. Me decían: 'Tienes que ser más gracioso'».

La «telebasura»

Durante este viaje bucearán, acompañarán a la Guardia Civil en el mar, tratarán con pescadores e inmigrantes y mostrarán las artes de pesca de la zona, las mismas desde la época de los fenicios. «Si me llegan a proponer otra cosa igual me hubiera negado. Sé cómo ha derivado todo hacia la telebasura, no me gusta aunque tenga mucha audiencia. Pero una cosa así sirve para dejar un legado bonito», añade el aventurero.

¿Su próxima misión?

Criar a tres nenes. Es una responsabilidad muy fuerte. De joven te vas al fin del mundo sin maleta ni dinero, ahora no puedes.