Cinco años del desembarco de 'la Madre de Dragones' en Zumaia

Juego de Tronos tenía marcado los lunes marcados en el calendario para sentarse en el sofá a disfrutar de una de las series que ha marcado época. La que fue buque insignia de la plataforma HBO deleitó a sus millones de espectadores con una trama que mantuvo a la gente enganchada durante casi una década. Hace cinco años, la exitosa producción encontraba en Zumaia el lugar ideal para grabar algunas de sus escenas.

La séptima temporada, una de las mejor valoradas por la crítica y con 32.8 millones de espectadores, tenía además un aliciente todavía mayor para los guipuzcoanos que no estuvieran enganchados a la popular serie la quisieran ver. Quizás no fue la secuencia más impactante de la serie, ni tuvo los mejores diálogos, pero la playa de Itzurun y el Flysch fueron la escena principal del primer capítulo de la temporada.

Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) desembarcaba en Zumaia... bueno, en Rocadragón, acompañada de su mano derecha, Tyrion Lannister, Varys, Missandei y Gusano Gris, además de todo el ejército de soldados inmaculados. Una escena que indicaba que lo mejor estaba por venir. Era el regreso de la Madre de Dragones a Poniente.

Dejando la trama a un lado, Juego de Tronos vio en la orografía de Zumaia el terreno perfecto para la serie. La playa y las paredes del Flysch encajaban con el escenario y la línea de la serie, y se pudieron reconocer perfectamente al inicio del capítulo. El resto del territorio se transformó digitalmente para cumplir con la ficción del guión. Lo que más sorprendió fue la gran muralla que coronaba el paisaje zumaiarra. Una larga escalinata que arrancaba desde la playa y del que se aprovechó el petril que da acceso al arenal de Itzurun.

Aunque hubo que esperar para ver el resultado final de aquella semana de grabaciones que tuvo lugar en 2016. El 25 de octubre llegaron los primeros intérpretes y elenco a la playa de Itzurun para grabar las escenas del que sería el primer capítulo de la temporada. Pero no fue hasta el 19 de julio de 2017 cuando salió a la luz.

Semanas antes de arrancar el rodaje, la compañía americana buscó en Zumaia a 200 hombres que hicieran de 'extra' en la que era la serie del momento. Una llamada a la que acudieron varios centenares de voluntarios desde todos los puntos de alrededor con la esperanza de verse en las pantallas.

La presencia de Zumaia en la serie no solo supuso un bonito reconocimiento hacia la localidad, sino que durante los meses posteriores fue uno de los lugares marcados en el mapa para muchos de los seguidores de Juego de Tronos. Traducido a otro idioma: la presencia de Zumaia en la serie se transformó en oleadas de fans que visitaron la playa de Itzurun y el Flysch con el objetivo de recrear los pasos de algunos de sus ídolos.

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