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Vecinos y visitantes este sábado en las jornadas del patrimonio. A. D. C.
Restos de osos cavernarios en Urdazubi
Investigación

Restos de osos cavernarios en Urdazubi

Los fósiles de cráneos de oso cavernario se suman a las pinturas y grabados rupestres encontrados en el complejo de Alkerdi-Berroberria

Sábado, 30 de septiembre 2023, 19:58

Había expectación en Urdazubi, sobre todo entre los vecinos de la localidad. Juntos, a través de la plataforma SOSAlkerdi constituida en 2014, consiguieron parar, primero las explosiones y después, la actividad de la cantera que operaba cerca de la entrada a una de las cavidades. La historia de las cuevas de Alkerdi y Berroberría como yacimientos arqueológicos arranca en 1930 cuando N. Casteret descubre los primeros grabados rupestres paleolíticos para Navarra. Poco después el Gobierno de Navarra ponía en marcha de un ambicioso proyecto de investigación por parte de la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana para evaluar el potencial arqueológico de todo el entorno de ambas cuevas.

El proyecto, encargado a la Sociedad de Ciencias Aranzadi - Aranzadi Zientzia Elkartea y en el que también colabora el Ayuntamiento de Urdazubi / Urdax sigue dando sus frutos. Los últimos se presentaban ayer dentro de las Jornadas Europeas del Patrimonio. Además de una charla sobre los estudios que se van a desarrollar y sobre el posible futuro de todo el enclave, se presentaron los restos de osos cavernarios. Dos cráneos que los asistentes pudieron contemplar de la mano de la paleontóloga Mónica Villalba.

Los hitos

Los hitos
  • 1930 N. Casteret descubre los primeros grabados rupestres paleolíticos de Navarra en Alkerdi I.

  • 2016 y 2022 Conjunto insólito de grabados rupestres y de series de líneas dobles trazadas en pintura roja en Alkerdi II.

  • 2023 Restos fósiles de cráneos de oso cavernario y de una hiena en Alkerdi II.

Jesús García Gazólaz, arqueólogo de la Sección de Registro, Bienes Muebles y Arqueología de Cultura-Príncipe de Viana, explicaba que «en Navarra hay bastantes restos de osos de las cavernas. En este caso está la particularidad de que vamos a poder reconocer por dónde entraban al sistema kárstico, cuál era su tránsito dentro de ese sistema y está el hecho excepcional de que algunos de ellos, en ese tránsito, han muerto en la cavidad porque han sufrido una caída. Con lo cual nos los encontramos muertos en el fondo de los pozos donde cayeron, y eso es bastante excepcional».

Además, indicaba que «ese monte donde está todo el sistema kárstico fue en realidad un arrecife coralino, es caliza de color rojizo que pulida parece mármol. No es una zona muy grande, pero a causa de que discurrieron por su interior distintos cursos de agua cuenta con hasta siete pisos distintos, con hundimientos entre ellos. Ese pequeño monte en su interior es un caos de bloques, de modo laberíntico. Es un macizo con muchas bocas de entrada, algunas se perdieron para siempre por la acción de la cantera».

Arte rupestre

En 2016 se descubrió la cueva de Alkerdi 2, donde ahora se han descubierto los restos de oso cavernario. Entonces ya aparecieron nuevas manifestaciones de arte rupestre paleolítico, así como un importante desarrollo de galerías vírgenes que motivaron la declaración del conjunto del Sistema Alkerdi-Berroberria como Bien de Interés Cultural en la categoría de Zona Arqueológica y la adopción de una serie de medidas restrictivas para su protección y conservación.

En 2020 se localizó una nueva galería en Alkerdi 2, en el marco de las exploraciones que el grupo de espeleología Satorrak realiza dentro del proyecto. Y en 2022 apareció un conjunto insólito de grabados rupestres, que responden a unas convenciones gráficas propias del periodo Gravetiense (entre 28.000 y 20.000 años). Son una docena de representaciones figurativas grabadas, entre las que destacan bisontes, uros, caballos y, de manera especial, cuatro vulvas, además de cinco series de líneas dobles trazadas en pintura roja. Las investigaciones continuarán.

Los dos cráneos de oso de las cavernas hallados en Alkerdi II

«Son cráneos de un macho y una hembra de osos cavernarios. Los datos nos los dan los tamaños, distintos y por supuesto, los dientes», explicaba ayer en Urdazubi-Urdax, la paleontóloga Mónica Villalba. «También se han hallado de una hiena joven y de pequeños mamíferos». Tras varios años de investigaciones sobre la presencia del ser humano en el complejo kárstico de Alkerdi-Berroberria, se acaban de poner en marcha los estudios sobre el patrimonio paleontológico presente en las cavidades. La existencia de un importante registro de oso de las cavernas dota de una especial relevancia al ya de por sí extraordinario patrimonio natural y arqueológico del enclave, situado en esta localidad del norte de Navarra.

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