El pintor Xabier Obeso invita al público a un viaje que fusiona arte y filosofía

El artista defiende que el arte resulte «el camino para alcanzar una sociedad empática y amorosa, obstaculizada por la violencia y el horror en la que ahora vivimos». El ayer inaugurado espacio, visitable hasta el próximo 4 de septiembre en Okendo Kultur Etxea, aúna la obra de Obeso con reflexiones filosóficas y artísticas que sirven de conectores con las creaciones a las que, según desvela el artista, hace mucho que no pone título. «Me di cuenta de que el nombre de la obra limitaba mucho el diálogo con los espectadores y, de alguna manera, condicionaba su lectura». Por eso, esta vez, en vez de bautizar sus obras, hace uso de una decena de esferas suspendidas y repartidas en la sala «que flotan y que forman una especie de performance o instalación e interactúan con los cuadros».

Partiendo del popular dicho de que una imagen vale más que mil palabras, Obeso hace porque sus obras resulten un completo razonamiento sobre problemáticas varias a través de lo ilustrativo y lo simbólico. «Reunir todo un pensamiento en una única imagen es difícil. Siempre digo que lo complicado es encontrar una imagen que lo cuente todo. Fruto de eso me adentro en un mundo prácticamente desconocido para mí, el de la simbología», desveló.

Así narra, a través de los elementos básicos comunes, «lo inexplicable y esencial», haciendo que, mediante un arduo trabajo como alquimista, lo oculto se manifieste y tome forma figurativa y representativa. «El agua es la vida, la piedra bruta representa lo esencial y más primitivo del ser humano. El juego ajedrezado simboliza la consciencia. El dolmen, por su parte, tiene que ver con la muerte y lo condicionante que resulta en nuestra sociedad», explicó el autor sobre sus creaciones, añadiendo sobre los símbolos que cada vez los entiende menos, pero «mi mundo interior sí los reconoce y los asocia. Es como la poesía, trasciende a las propias palabras, en el arte ocurre lo mismo: la obra trasciende al mensaje».

El propio Obeso, considerado uno de los referentes del realismo español contemporáneo, reconocido tanto nacional como internacionalmente, será quien, todos los viernes de julio, a las 18:30 horas, explique su muestra, ofreciendo una visita guiada. Hacer que su obra sea objeto de tertulia, se explique su proceso creativo y sirva para «compartir con el mundo mi experiencia a través de lo mejor que sé: pintar» resulta de lo más gratificante, asegura.