Pepón Nieto | Actor y productor teatral

«Nunca es tarde para equivocarnos ni para volverse a levantar»

Shakespeare se inspiró en un texto de Plauto para una de sus primeras obras, 'La comedia de los errores'. Una comedia repleta de enredos y confusiones que llega a Donostia desde este miércoles al domingo en una versión recientemente estrenada en el Festival de Mérida.

– Esta obra es lo máximo en el teatro de enredo. Incluso es complicado resumir la trama.

– El planteamiento es sencillo: dos hermanos gemelos, uno de ellos está buscando al otro y este no tiene conocimiento del primero. Coinciden en el mismo lugar, pero no se conocen. Sus criados los confunden todo el rato, pero es que además los criados también son gemelos. Enredo sobre enredo.

– El director, Andrés Lima, ¿qué ha querido potenciar, qué les pidió a los actores?

– Soy también productor de la función y lo primero que hice cuando me senté con Andrés y con Cimarro, el responsable de Pentación y director del Festival de Mérida, fue que quería pasármelo bien y hacer una fiesta, que la obra tuviera una parte muy festiva. Somos seis actores para más de 20 personajes y nos cruzamos y mezclamos todo el rato. Es un texto con momentos que tienes que releer continuamente porque no te enteras con todo ese lío de personajes. Y lejos de querer arreglárselo al público y facilitarle el enredo nos parecía más divertido enredarlo aún más. Todo desde la verdad de Shakespeare y de la gran versión de Boronat.

– Veo que la función se plantea con la idea del teatro como una gran celebración.

– Sí sí. Lo hacemos desde lo festivo y de hecho la escenografía ya se presta a eso porque es una especie de chiringuito de verano donde hay un DJ pinchando y todo va sucediendo alrededor y sobre ese chiringuito. El montaje apunta hacia algo muy lúdico y no solamente en lo estético y en lo externo, también en atacar los personajes y la historia de esa manera.

– Como ocurría en los tiempos de Shakespeare, todos son hombres en la función. ¿No sé si esto ahora se puede ver como una curiosidad o incluso como una provocación?

– Imagino que habrá gente a la que le sorprenderá. Fue así de manera fortuita. De pronto nos pareció mucho más lógico que fuéramos hombres. También podría haberse hecho con actrices y actores, pero hubiera sido raro justificar hombres haciendo de mujeres, mujeres de hombres. No sé, la verdad no sé muy bien por dónde vino todo esto. Quizá haya alguna suspicacia con lo de la paridad y este tipo de cosas, pero no hay ningún problema. Es como si nos ponemos a pensar que 'La casa de Bernarda Alba' la pueden hacer sólo hombres, cosa que ya ocurrió.

– Lo que pasa es que estamos en tiempos de muchas suspicacias.

– Sí, pero creo que si se ve la función todo eso desaparece porque está totalmente justificado y es un divertimento. No hay mayor historia, ni se cuenta, ni se dice, ni se explica. Es así porque es así y ya está.

– Uno de los personajes dice que «la verdad y lo correcto le deben su existencia a lo falso y al error». ¿Es casi una filosofía de vida?

– Es el planteamiento de la función y jugamos un poco con eso. Toda la verdad que se precie debe estar dispuesta a dejar de serlo en cuanto se le reclame, porque si no los conceptos de la vida son férreos y la vida a veces también es un cúmulo de casualidades. Ocurre en todos los sentidos, en el amor conoces a una persona de una forma fortuita. O disfrutas de un viaje porque te has dejado llevar. Cuando uno va con todo muy organizado al final terminas encorsetado y creo que el error aparte de ser mucho más divertido, es mucho más sano equivocarse. Nunca es tarde para equivocarnos ni para volverse a levantar. Ese planteamiento, que es una declaración inicial de intenciones de la obra, sitúa al espectador. ¡Vamos a disfrutar de los errores que vienen!

– Desde hace tiempo es productor además de actor. ¿Lo hace más por necesidad o por gusto?

– Empecé por necesidad y así fui aprendiendo y dándome cuenta de que de esa forma era más dueño del trabajo que hacía. Me permitía elegir el texto, los compañeros, el director. Podía participar desde el principio y ser motor del proyecto. Sentía mucha satisfacción al dar trabajo a los compañeros. De repente ser un productor y que los compañeros dijeran ¡que guay, Pepón paga bien y paga en fecha!

– A los que no dé trabajo hablaran mal de usted.

– Bueno, varío mucho los repartos, yo soy así. Lo que no he hecho nunca y creo que sea algo que me estoy empezando a plantear es producir algo en los que no esté como actor.

– Se ha representado en Mérida y en otros dos festivales al aire libre. En San Sebastián serán las primeras funciones en un teatro cerrado.

– Tras esos festivales hemos hecho la adaptación a un escenario cerrado. Y el Victoria Eugenia es el primer teatro a la italiana al que vamos, así que casi es un estreno. Han cambiado algunas cosas como la iluminación o las entradas y las salidas por necesidades del espacio. Nos encanta que la primera función fuera de los festivales sea en ese teatro maravilloso.