Una nueva iniciativa editorial busca recuperar el patrimonio musical vasco

El consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, junto al pianista, investigador y profesor Josu Okiñena fueron los encargados de oficiar la puesta de largo de esta 'OndarE Oficina' que recupera el patrimonio musical vasco de todos los tiempos y que no olvida la promoción de autores contemporáneos.

Desde el Gobierno Vasco se señaló ayer que lo que nació como una vocación personal de Okiñena se ha convertido en un proyecto con múltiples actores y un fin muy claro: el rescate de la música vasca olvidada en archivos en muchas ocasiones y ese impulso a los nuevos compositores y compositoras de música contemporánea.

«Presentamos una editorial musical pionera, cuya finalidad es recuperar el patrimonio musical de las y los compositores vascos. Y, además, apostar por las nuevas creaciones, es decir, por las composiciones de los músicos vivos y actuales», apuntó el pianista e investigador donostiarra. «Con todo ello, la editorial pretende ser un nuevo agente impulsor para situar el rico patrimonio musical vasco a la altura de la música universal de todos los tiempos», resaltó Zupiria.

El consejero de Cultura declaró también la importancia que tiene esta nueva iniciativa editorial «porque llega para cubrir un hueco existente en la cultura vasca por medio de la recuperación, puesta en valor y difusión de nuestro patrimonio musical a través de todas las fases del proceso: manuscritos, partituras, discos, libros, conciertos, ponencias científicas, festivales y promoción mundial.

Bingen Zupiria declaró también la importancia de toda la labor que lleva aparejada esta recuperación. «Hay un trabajo arduo, persistente y meticuloso para la recuperación de manuscritos, partituras, y otros elementos del legado musical de figuras como Aita Donostia, Pascual Aldave y Tomás Garbizu. Está asociado a la labor divulgativa y promocional a través de la publicación de partituras y de trabajos de investigación, a la grabación de discos y a la organización de eventos y de conciertos».

Tal y como señaló Okiñena «el proyecto nació en Madrid hace unos años con el planteamiento de realizar edición musical junto con otras actividades culturales, pero poco a poco la iniciativa se fue focalizando y centrando en el patrimonio de las y los compositores vascos, ya que nos dimos cuenta de que realmente había un gran vacío en todo este campo por razones históricas, políticas y administrativas. Por dichas razones, no se ha editado una serie de composiciones musicales excelentes que pretendemos ahora darlas a conocer y divulgarlas».

Para realizar todo este ingente trabajo editorial, y según se explicó ayer, «antes se precisa llevar adelante un profundo estudio de dichos materiales, llevar a cabo una edición crítica y revisar los posibles errores que quedaron en los manuscritos del editor y/o en algunas copias digitalizadas que se hayan utilizado para su primer estreno».

Por todo ello, es fundamental realizar siempre una edición que esté disponible para distribuir esos materiales por las orquestas. Como ejemplo, la obra 'Akelarre', de Aldave, «un trabajo de unas dimensiones ciclópeas compuesta por cuatro rapsodias vascas, inspirada en obras de Pío Baroja. No existía ese material publicado hasta ahora».

Zupiria y Okiñena estuvieron arropados por gentes vinculadas al sector de la música clásica vasca como Enrique Azurza, presidente de la Confederación de Coros del País Vasco; Jon Makuso, violinista e investigador de la obra de Tomás Garbizu; la heredera del músico, Serafina Irizar; el compositor Gabriel Erkoreka, el representante capuchino de Aita Donostia, Koldo Saragueta, y la hija de Pascual Aldave, Matisha Aldave.