El coro norteamericano 'Delaware Choral Scholars' roza la perfección

Los de Delaware ganaron en las dos modalidades en las que concursaron: polifonía y folklore. También obtuvieron el premio a la mejor interpretación de obra vasca ('Arroxa Lilia', de Pablo Sorozabal), y se llevaron a Estados Unidos el máximo galardón del concurso, el Grand Prix-Gran Premio Kutxa, al ser el más puntuado en el conjunto de su actuación y representarán, por tanto, al Certamen de Tolosa, en el Gran Premio Europeo de Canto Coral que se celebrará el próximo año en Maribor (Eslovenia). Su puntuación global del 92,79% es una de las más altas logradas por una coral en Tolosa. Ayer volvieron a maravillar al público en la ceremonia de clausura.

Paul D. Head, fundador y director del coro ganador, opinaba que hay dos factores que explican el éxito de una formación coral: «El primero consiste en buscar la excelencia con buenos cantores y estos ya los tengo de sobra». Lo segundo, añadía, es «conectar emocionalmente con el público. En Tolosa lo hemos logrado y por eso creo que hemos obtenido este reconocimiento. Nos vamos a casa emocionados y agradecidos».

El coro tiene una sólida estructura formativa dependiente de la Universidad de Delaware. «Seleccionamos a los coralistas. Unos son universitarios; otros, exalumnos del centro y también contamos con amigos que colaboran con nosotros. Esa unión de gentes hace que el coro sea una gran familia», dice el director.

La diferencia de puntuación entre el coro norteamericano y los demás participantes fue considerable. En polifonía, por ejemplo, el Delaware llegó al 91,58% y los segundos clasificados, el letón Youth Choir Balsis y el japonés Yumecan, se quedaron en el 86,5%. En folklore, los americanos brillaron con un 94% y los segundos, los japoneses de 'Yumecan', se situaron en el 90%.

Los norteamericanos han estado alojados en Zarautz, pero no han tenido mucho tiempo de disfrutar del entorno, entre ensayos y conciertos en otras poblaciones. «Nos han tratado de maravilla, un día visitamos Donostia y nos pareció espectacular», contaba Head. En relación a las dos obras vascas que interpretaron, el director manifestaba que cada vez que cantaban el 'Ave Verum Corpus', de Javier Busto, sentían «ganas de llorar por la emoción y la hermosura» de esta obra. Con relación a 'Arroxa Lilia', de Pablo Sorozabal, explicaba que han sentido totalmente «el mensaje de amor» que encierra la pieza, y por eso cree que la han podido interiorizar «musical y emocionalmente».

Desde el jurado admitieron que el nivel global de esta edición, siendo muy bueno, ha estado un poco por debajo del de años precedentes. «Ha habido coros muy destacados, pero sí que es cierto que otros no han tenido tanto nivel. Quizás el hecho de que una semana antes tuvierámos el privilegio de escuchar a los coros del Gran Premio Europeo ha jugado en contra de la edición de este año», señaló ayer Azurza. El presidente del jurado valoraba, no obstante, la participación de corales que a él, personalmente, le han parecido muy interesantes. Citó al coro alemán de Detmold, sobre todo por el trabajo de su directora, Anne Kohler, y subrayó la actuación del coro ucraniano que, en su opinión, ha sido poco valorado.

La sección de grupos vocales ha sido especialmente notoria. Quienes participan en ella destacan porque son una 'selección' de coralistas y porque muchos de ellos, además, son coros profesionales. Aquí ha habido tres grupos, el alemán y los dos suecos, que realmente han sido superiores, aunque unos lo han hecho mejor en música sacra, y otros en profana, invirtiéndose los papeles.

Una de las sorpresas ha venido en esta edición con el Premio del Público, que ha logrado el grupo vocal alemán Sonat Vox. Es la primera vez en mucho tiempo que el veredicto popular no coincide con el del jurado. Los germanos conectaron desde el principio con la gente y su interpretación en el concurso de 'Die Nacht', de Schubert, fue uno de los momentos que se recordará con especial emoción.

El presidente del jurado no duda en calificar a Sonat Vox como un «grandísimo coro», pero también opina que «le ha podido faltar imaginación a la hora de ejecutar su programa y quizás esto le ha restado puntuación».

Uno de los momentos álgidos de la ceremonia de clausura llegó con el homenaje al que ha sido su director en estos últimos 39 años, Luis Miguel Espinosa, que se jubila tras la edición de este año. Su sucesor, Xabier Ormazabal, le entregó un ramo de flores y el público se puso en pie para agradecer un trabajo de tantos años, que se inició como voluntario y siguió con diferentes quehaceres dentro de la organización hasta llegar a la dirección. «Me despido con emoción y lo dejo en las mejores manos posibles. Ha sido un lujo y un orgullo, no he podido tener mejor despedida», señaló Espinosa tras la ceremonia.

Sobre la ausencia de coros vascos, tanto desde la organización como desde el jurado restan importancia a esta circunstancia. De hecho, Enrique Azurza quiere lanzar un mensaje optimista al respecto: «El mundo coral en Euskadi es un reflejo de la sociedad actual. La gente joven cuenta con muchas más ofertas que antes, pero también pienso que existe más profesionalización en el sector que el que había hace unos cuantos años». Añade: «Hay más formación, los directores pueden dedicarse con más garantías a su trabajo, veo una base que se evidenció en el Coro Joven del País Vasco, está Musikene, surgen cantantes en conservatorios y academias… Existe muchísimo nivel en Euskadi y creo que, de hecho, nunca se ha cantado tan bien como ahora: Suhar, Vocalia, Landarbaso…se pueden comparar con cualquier coro de prestigio internacional», concluye Azurza.