«Borrachos y abstemios distinguidos» recuerdan a Berrio en sus antros favoritos
Los amigos del fallecido músico le rinden homenaje en el ciclo de conciertos y actividades 'El hijo ingobernable de la luz del sol'
«Si algo ha dejado Rafael Berrio en la ciudad, además de grandes canciones y textos brillantes, son un montón de amigos». Así presentaba ... Sergio Cruzado, promotor musical y allegado de Berrio, 'El hijo ingobernable de la luz del sol', ciclo que toma su título del inicio de 'No sólo de amor', uno de los temas de 'Harresilanda' (2003), el segundo disco que el fallecido músico publicó al frente de Deriva.
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Un año después de su muerte, varios de esos colegas se han aliado para homenajearle en dos frentes: uno más 'institucional' liderado por Donostia Kultura con la impresionante exposición del centro Ernest Lluch, varias charlas y los conciertos que el Victoria Eugenia acogerá el 19 y el 20 de mayo, y otro más 'canalla'. Este último comenzó el domingo en el Dabadaba con los conciertos de Paja e Infame y estos días prosigue con diversas actividades en los 'antros' predilectos de Berrio.
Según explica Pablo Fernández, cantante de Los Bracco y amigo personal de Berrio, 'El hijo ingobernable...' es una iniciativa «autogestionada e independiente» que nace de la idea del propio Cruzado con la colaboración, entre otros, de Cheli Lanzagorta y Nacho Alejandro. Así, amigos «borrachos -y también abstemios- distinguidos» han impulsado propuestas como las de la galería Arteko, que expone los retratos de Berrio ilustrados por Detritus, o las muestras fotográficas de Iñaki Pemán en La Taberna de Egia y Le Bukowski. Además, la librería Re-Read de Gros, al lado de su casa, presenta un 'txoko' con el listado de los libros que Berrio tomó prestados en sus últimos años. Y esta semana las restricciones pandémicas han pospuesto hasta nuevo aviso las audiciones de los miércoles en El Muro.
Pablo Fernández cree que los bares eran «la segunda casa» de Berrio. Precisamente, en El Muro de Javier Gómez Boada dio sus primeros conciertos; La Taberna la frecuentó en los 90 junto a su perro Lento y al Bukowski acudía desde que su dueño era el ahora actor Josean Bengoetxea (exbajista de Amor a Traición) y hasta que Josu Urbieta tomó el relevo. «En el Bukowski Rafa lució su figura de 'rock star' y creó el espacio íntimo y teatral deseable para su faceta de cantautor», dice: «Y en el Dabadaba encontró el aplauso de la juventud 'hipster' y moderna que le descubrió con su intervención como actor en 'La reconquista' y con la canción 'Arcadia en flor', aunque muchos no supieran demasiado del Rafa anterior ni del posterior».
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En estos y otros lugares como el Geralds, El Lagar, el Alboka, el Tanit o el Txamarta «buscaba evadirse de su rutina como forjador de grandes canciones» y también protagonizaba momentos «surrealistas» como en su querido bar Iparra de Gros, en cuyo minúsculo cuarto de baño una noche se improvisó una función «al estilo del camarote de los hermanos Marx». A la pregunta de si en los bares era posible conocer a Berrio sin su máscara de artista, Fernández responde que «al principio hacía un poco el personaje, quejándose de la escasa cantidad de 'caña' que le servían, por ejemplo, pero si pillaba confianza se mostraba a gusto y en su salsa». «Si alguien osaba pinchar un disco suyo, amenazaba con pirarse del bar -frecuentemente se marchaba a la francesa- y cuando le pedías tal o cual canción se hacía el remolón, pero en realidad, le gustaban las veladas musicales improvisadas hasta altas horas de la madrugada», evoca Fernández, encargado de contactar y elegir a los músicos que tocarán en los conciertos del circuito -todas las entradas agotadas-, movidos por la «pasión y la admiración» hacia un artista «sin igual».
Este domingo, Le Bukowski congregará en dos sesiones (16.30 y 18.30 horas) a varios referentes del pop donostiarra como el grupo Ama, Havoc, Giorgio Bassmatti o Edorta Subijana. El 2 de mayo el Dabadaba recibirá a Xabi Señor No, a Para Qué Engañarnos -banda de Juankar Jocano- y al dúo Charly & Pavlyuchenko en compañía de músicos de Los Bracco y Grande Days, o gentes como Pablo Blix y Paul San Martín.
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Y el 9 de mayo en Le Bukowski tocará la formación original del disco 'Harresilanda' con Okene Abrego (Inoren Ero Ni) a las voces y también un combo bautizado Niños Futuro que recordará 'Planes de Fuga' (1999), primer disco de Deriva, y 'Paradoja' (2016), el tercer álbum de Berrio en solitario. El grupo lo integran Ikerne Giménez, Andoni Etxebeste, Ignacio Bilbao, Toni Medina y, de nuevo, Pablo Fernández.
«Degustarlo más y mejor»
El músico cree que «una parte» de Donostia es consciente de la importancia de un artista como Berrio y confía en que, al margen del recuerdo en este primer aniversario, en el futuro «los reconocimientos irán sucediéndose como tiene que ser». «La admiración por él crecerá y su obra resistirá el olvido. Quiero pensar que será así y que la gente sabrá apreciarlo y degustarlo más y mejor con el tiempo porque se lo merece», dice, y ante la idea de dedicarle una calle, remata entre carcajadas perversas: «Se me ocurre una que se llame 'No pienso bajar más al centro' y que pongan la placa en Hondarribia».
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