Muga viste con música la poesía punk de Xabier Montoia

Varias décadas después, el elgoibartarra Alberto González ha puesto en marcha el grupo Muga, que ha vestido con música aquella primera incursión de la poesía vasca en la cultura del rock. González, músico baqueteado en bandas como 6nemen9, Uler 600 y Aterkings, consideró el del alavés como un «material apropiado para ser adaptado al lenguaje y la estética del rock», toda vez que Montoia ha sido siempre una de sus referencias musicales y literarias. «Es un punk que siempre ha entendido el punk en Euskal Herria de una manera diferente, con una identidad y actitud muy fuerte», asegura el guipuzcoano.

Tras componer varios temas, se los mostró a dos músicos de la escena alternativa de Bilbao: el bajista Iñigo Romera (Cancer Moon, Los Clavos, Cujo, El Inquilino Comunista, Arana, Basurita...) y el batería Iñigo Egillor (Gringo, Arana, Trampas...). A ellos se les sumó Itziar Beristain (voz), con quien montaron Muga, «un proyecto multidisciplinar» en el que, además de las letras y la música, el aspecto visual tiene gran importancia. Para ello se unió al proyecto el fotógrafo J.A. Goñi Areta, conocido con el apodo de Juxe y por su estrecho vínculo con los bajos fondos del rock vasco. Suya ha sido la responsabilidad de crear las imágenes que se proyectan durante las actuaciones en directo como la que tendrá lugar esta tarde en el centro cultural Lugaritz.

Según informa la discográfica Gaztelupeko Hotsak, que ha editado el primer trabajo de Muga, el álbum combina «rock americano de guitarras ('Ireki ezan', 'Ohearen gainean', 'Kexa'), influencias velvetianas 'Agur', momentos mas cercanos al pop ('Gogoratzen al haiz') y pasajes ambientales 'Small song'». «Además, Fermin Muguruza colabora poniendo voz al poema más conocido del libro, 'Batzuentzat'. aquel en el que Montoia proclama que para él la historia comenzó el día que David Bowie se cortó el pelo», añaden sobre un disco de sonido oscuro que «refleja adecuadamente el ambiente que sugieren los poemas de amor dolido escritos en primera persona por Xabier Montoia».