José Antonio Sainz Alfaro, director de la formación desde 1987, en la sede del Orfeón Donostiarra. josé mari lópez

José Antonio Sainz Alfaro: «Tenemos que salir a cantar, porque un coro que no canta se puede derrumbar»

Director del Orfeón Donostiarra ·

Tras un año casi en blanco y ante un futuro incierto, el Orfeón prepara temporada propia, «porque si no hay conciertos no vive»

Miércoles, 30 de diciembre 2020, 06:29

El Orfeón Donostiarra tenía grandes planes para 2020. Más de una treintena de conciertos y, entre ellos, una gira europea, con el director Daniel Harding ... y la Gustav Mahler Jugendorchester, que entre el 15 y el 24 de mayo les iba a llevar a Amsterdam, Hamburgo, Colonia y Luxemburgo. La pandemia fulminó todas las citas, al igual que el resto de los compromisos previstos. Pero no se resigna al silencio, y empieza a cerrar uno de los capítulos más complicados de sus 123 años de historia tomando las riendas de su futuro inmediato, con iniciativas como los conciertos de Navidad, que finalizan hoy mismo, y el Ciclo de Conciertos Clásicos, que tendrá lugar en el Kursaal a lo largo del primer semestre de 2021. Es, en palabras de José Antonio Sainz Alfaro, «el pistoletazo de salida» hacia la recuperación de algo que empiece a parecerse a la normalidad.

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– La palabra del año es 'confinamiento'. ¿Para el Orfeón Donostiarra 2020 ha sido...?

– Una parada total de la actividad, así como la imposibilidad de realizar una de las giras más importantes de nuestra historia, por Centroeuropa. La gira llevaba más de dos años preparándose y consistía en seis conciertos en las salas más importantes de las ciudades que íbamos a visitar, en alguna de las cuales no habíamos estado nunca. Pero poco a poco todo se fue suspendiendo, y la actividad a lo largo del año ha sido prácticamente nula. Este mismo mes teníamos que haber actuado en Rotterdam y en Eind­hoven. Obviamente, nada de todo eso ha sido posible. Y, como todos, nos hemos tenido que acostumbrar a una nueva forma de funcionar, si es que a esto se le puede llamar funcionar.

– No obstante, no han permanecido inactivos. Estas últimas semanas se han reencontrado con el público y van a seguir haciéndolo en los próximos meses.

– Sí, decidimos organizar cinco conciertos de Navidad gratuitos en otras tantas iglesias de Donostia. Además, hemos montado por primera vez una temporada propia en el Kursaal, convirtiéndonos nosotros mismos en promotores. A la actividad le está costando mucho despegar y las orquestas con las que solemos colaborar tampoco están recobrando el ritmo habitual. Si por razones de aforo, distancias y otras medidas de seguridad ya es complicado organizar una actuación de un coro como el nuestro, o de una orquesta sinfónica, pensar en que dos formaciones tan amplias puedan compartir escenario no es realista. Por esa razón, en los conciertos que ofreceremos en el Kursaal de enero a junio contaremos con un acompañamiento instrumental más reducido. Estamos convencidos de que son unas propuestas muy interesantes, y creemos que habrá una buena respuesta por parte de los aficionados.

– Si la acogida que les están dispensando en los conciertos de Navidad marcara la pauta, ¿estaría satisfecho?

– Hay que reconocer que la respuesta ha sido muy buena. Es un programa de piezas religiosas muy reconocibles y muy bellas, y la acústica de las iglesias invita a la oración, al recogimiento. En ese sentido, la vivencia de los públicos ha sido muy interesante. Lo ha sido desde el punto de vista de la afluencia, pero también ha sido interesante el modo y la atención con la que el público ha seguido los conciertos. Los asistentes se quedaban maravillados con la experiencia.

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«Son unas propuestas muy interesantes, y creemos que habrá una buena respuesta por parte de los aficionados»

– Después de tantos meses sin contacto con el público, la experiencia también estará resultando intensa para los orfeonistas.

– Su respuesta a lo largo del año ha sido ejemplar y, en ese sentido, es importante el ánimo que han cogido viendo el resultado y la respuesta del público. Que los asistentes a un concierto se nos pongan de pie no es algo que pase todos los días... En ese sentido, además de una experiencia musical también está siendo una experiencia emocional especial.

– Entre las obras del programa se encuentra la adaptación del 'Hallelujah' de Leonard Cohen, el regalo que en pleno confinamiento el Orfeón hizo al público a través de YouTube. Ya lleva más de 200.000 reproducciones. ¿Esperaban ese impacto?

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– La verdad es que ha tenido una gran acogida, y eso ha sido hasta cierto punto algo sorprendente, porque no fue algo planeado, sino que surgió de manera espontánea y se llevó a cabo con un grupo reducido de cantores. Yo diría que fue algo natural, porque teníamos que seguir cantando, aunque cada uno estuviera en su casa...

– El Orfeoi Gazte y el Orfeoi Txiki también se han asomado a las pantallas. ¿Cómo está capeando el temporal la cantera del Orfeón Donostiarra?

– La respuesta de los coros de los jóvenes y de los niños está siendo extraordinaria. Lo están viviendo con mucha naturalidad, se han ido adaptando muy bien, sin dejar de trabajar. También es verdad que les pillan un poco más lejos las responsabilidades relacionadas con la organización y la preparación de las actividades.

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«Tenemos que tener el coro perfectamente engrasado, y para eso es imprescindible poder salir a cantar»

– Si mantener afinado un instrumento como el Orfeón Donostiarra en condiciones normales tiene que ser complicado, 2020 habrá sido una pesadilla logística.

– Realmente tenemos una estructura muy compleja, desde niños de cuatro años a cantores de 70, con una media de edad que no llegará a los 30, porque incluso en el 'handi' hay mucha juventud. Todos hemos tenido claro desde el principio que teníamos que seguir adelante. Durante aquel confinamiento que se nos hizo tan largo ensayábamos desde casa. Luego, cuando se empezó a abrir un poco la mano, empezamos a hacerlo en pequeños grupos, divididos. Todavía no hemos llegado a ensayar todos juntos, y también ha habido cantores que no han podido venir por razones personales, o por precaución. La verdad es que las variaciones de cantores las vamos resolviendo porque somos muchos, pero el aspecto logístico, efectivamente, está siendo difícil. Aunque el trabajo de los que nos dedicamos a esto sea hacer sencillo lo complicado, somos una entidad muy compleja con muchas actividades y más de 500 miembros. Si el simple hecho de dar un aviso es complicado, distribuir a la gente por pisos dentro del edificio; organizar las salidas y las entradas; limpiar y desinfectar los espacios y cumplir con todas las medidas es complejísimo.

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– Pero, por complicado que sea, dejar de cantar no es una opción.

– No, tenemos que salir a cantar porque un coro que no canta se puede derrumbar fácilmente. Construir una cosa y mantenerla supone dificultades y esfuerzo diario, pero destruirla es muy fácil, no cuesta nada. Para seguir siendo el Orfeón Donostiarra, tenemos que tener el coro perfectamente engrasado, y para eso es imprescindible salir a cantar. Además de los conciertos que hemos dado y los que daremos en el Kursaal, tenemos programadas dos grabaciones de la Marcha de San Sebastián, así como algunos compromisos fuera.

– También desde el punto de vista económico será imprescindible retomar la actividad.

– Claro, el Orfeón vive de sus conciertos. Si no hay conciertos, no vive, y eso está generando problemas económicos.

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«La actividad empieza a recuperarse poco a poco, pero los más asustados son los promotores, que van un poco a tientas»

– Al margen del paso que han dado organizando su propia temporada, ¿empieza a recuperarse la actividad de cara a 2021?

– Poco a poco, y con la carencia del aspecto sinfónico-coral. Tenemos algunas citas en Zaragoza, en Madrid, en Toulouse... De momento no parece que se vayan suspendiendo, pero tal como estamos nada se puede dar por seguro. Los más asustados son los propios promotores, que van un poco a tientas. Yo creo que, protegiendo al máximo a los más vulnerables, tenemos que empezar a convivir con esta situación.

– Además de conciertos, ¿un deseo para el nuevo año?

– Cantar sin mascarilla. Los cantores tienen unas ganas enormes de poder hacerlo.

Concierto de Navidad:

  • Fecha: Hoy, miércoles.

  • Lugar: Parroquia San Sebastián Mártir (Antigo), Donostia.

  • Hora: 20.00 horas.

  • Acceso: Entrada libre hasta completar aforo.

  • Programa: Obras de Johan Sebastian Bach, Karl Jenkins, Felix Mendelssohn, Javier Busto, Pau Casals, Johannes Brahms, Andrew Lloyd Weber, Padre Madina, Sergei Rachmaninov, Edvard Grieg, Leonard Cohen, Irving Berlin y Georg Friedrich Händel.

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