Izaro: «Me gustaría crecer para durar, mi sueño es morir haciendo esto»
Izaro, compositora e intérprete ·
Aunque ha actuado por 'streaming', los de hoy y mañana en Chillida Leku son sus primeros conciertos con público presencial desde antes del confinamientoEsta charla y la fotografía que la ilustra deberían haber visto la luz hace cinco meses, días antes de que Izaro Andrés (Mallabia, 1993) marcara ... un hito llenando el Auditorio Kursaal el 21 y 29 de marzo. Sin embargo, la pandemia hizo saltar por los aires la normalidad y los conciertos se cancelaron, igual que las nuevas fechas (19 y 20 de mayo). Ahora está por ver si a la tercera va la vencida el 27 y 28 de octubre. En una llamada telefónica para actualizar esta entrevista, la artista vizcaína afincada en Donostia confiesa vivir con los dedos cruzados ante la posibilidad de que algo impida su actuación de hoy y mañana en Chillida Leku (19.00 horas, entradas agotadas).
Publicidad
- No las tiene todas consigo, quizá porque le acaban de suspender un concierto en Madrid.
- Sí, con dos días de antelación. Es un golpe emocional bastante duro porque no se cancela solo ese concierto, sino un trabajo enorme: tus canciones, los ensayos, el nuevo repertorio que habíamos preparado para el verano… Todo. La gente está sufriendo mucho en esta situación y no se anima a comprar entradas. Yo tengo suerte y voy a llenar los dos conciertos de Chillida Leku, pero tampoco quiero hacerme ilusiones porque nunca sabes si en el último momento se van a cancelar.
- Mejor no le pregunto cómo ha recibido la nueva normalidad.
- Pues regular. Casi te diría que estaba más cómoda en el confinamiento porque antes, al menos, sabías que no podías tocar, pero ahora consigues fechas y se caen a dos días vista. Es un palo tras otro. Ahora con lo de Madrid me pillas un poco de bajón, pero igual después de Chillida Leku estoy mejor, porque tenemos muchas ganas de tocar en formato de banda completa.
- Las artes en vivo fueron las primeras en cancelarse y están siendo las últimas en reactivarse.
- Yo he tenido suerte en el confinamiento porque también trabajo en 'Gaztea', tengo derechos de autor, vendo discos 'online' y merchandising… Pero los instrumentistas que tocan con autores o los técnicos que viven de hacer directos van a sufrir mucho. No sé cómo le darán la vuelta, poco a poco saldremos de esta, pero está jodido.
Publicidad
- ¿Se le ocurren soluciones?
- No soy ni economista ni politóloga, y no sé a quién puede interesar mi opinión, pero pienso que necesitamos un poco de mimo, saber que se nos mira y se nos escucha. Necesitamos gente capacitada y dedicada a pensar cómo realzar nuestra actividad como músicos, gente del sistema cultural que piense eso por nosotros. Igual que un enfermero es enfermero y necesita alguien que lleve el sistema sanitario, los artistas necesitamos gente que haga reflexiones útiles para que podamos dedicarnos a lo que sabemos: hacer música.
- Cambiemos de tema y hablemos de música. Define usted 'Limones en invierno' (2020), su tercer disco, como «una apología de la fantasía».
- Hay que reivindicar la fantasía para los adultos y, sobre todo, para los niños. Me doy cuenta por los 'txikis' que tengo a mi alrededor: cuando se aburren, les ponen la pantalla delante y 'apagan': dejan de imaginar y de buscar. La relación de la imaginación entre niños y adultos debería ir más fluida. La imaginación y la fantasía tienen mucho de bueno y sanador.
Publicidad
«Necesitamos un poco de mimo y gente que piense en cómo realzar nuestra actividad como músicos»
música en tiempo de covid
- El 'Universo Limón' que ha creado en el disco se divide en hogar, muerte, pasión, revolución y recuerdos. En este último destaca 'Aquí', canción sobre su infancia. ¿Cómo era Izaro de niña?
- Era superfantasiosa, estaba todo el rato imaginando, creando, inventándome juegos, poesías, relatos… Escribía miniguiones, me encantaba disfrazarme y me ponía delante del espejo para inventar historias como si fueran películas. Implicaba a mi hermana y a otros niños, y todos los viernes hacíamos teatro para mis padres. A mis abuelos también les daba conciertos en la cocina: cogía una lámpara de flexo y la usaba como micro para cantar: igual me aguantaban una hora… (Risas)
Publicidad
- «No hay en la vida mejor regalo que haber nacido aquí», dice en ese tema.
- Hablo en concreto de mi casa de Mallabia, de mis padres y de mi hermana. Es azar, podría haber nacido en cualquier otro lugar, y me siento muy afortunada porque con una infancia feliz tienes media vida hecha. Mucha gente no la tiene, y como sociedad no somos capaces de entender eso y dar a los niños lo que necesitan. Hace mucha falta.
- En el epígrafe 'Revolución' se enmarca 'Libre', todo un himno feminista.
- Es una canción contra la cultura de la violación. La revolución feminista abarca muchos campos pero yo quería centrarme en ese para decir que el foco del cuidado está en nosotras, pero el foco de la responsabilidad está en vosotros. Si cada una conocemos al menos a cuatro personas que han padecido la violencia sexual, cada uno de vosotros conocéis a cuatro personas que la han ejercido. El foco tiene que estar ahí, no en nosotras, y si solucionamos eso, solucionamos el resto. Hay que señalar, caiga quien caiga, porque el sujeto activo está ahí, pero nos da miedo desenmascararlo porque puede ser tu padre, tu hermano o tu amigo. Con 'Libre' me gustaría decir a todas las mujeres de mi público que han podido sufrir violencia sexual -que las habrá- que pueden compartir su dolor con todas nosotras, que pueden bailar, ser felices, disfrutar de su cuerpo y del sexo, y que no son ellas el problema, sino ellos.
Publicidad
- Hay dos piezas sobre la muerte y una de ellas, 'Mi canción para Elisa', es de las más alegres.
- Elisa era mi abuela paterna. Falleció hace tres veranos y es curioso, pero casi he perdido la cuenta de cuándo murió porque para mí sigue estando presente. Ha sido la primera muerte cercana y fue una experiencia muy potente, un proceso muy consciente. Ella estaba de acuerdo con la situación y sabía que iba a morir: fue un honor acompañarla en sus últimos días. Fue muy fuerte saber que la muerte venía y no sentirme invadida, con miedo ni mal, y eso que yo tengo pánico a la muerte.
«El foco del cuidado está en nosotras, pero el foco de la responsabilidad está en vosotros»
violencia sexual
- Quizá ayudó la actitud de su abuela…
- Estuvo siempre tranquila en las conversaciones nocturnas que tuvimos esa última semana en la que viví con ella. No sabemos muy bien cómo afrontar la muerte y a la gente que va a morir no se le suele decir, y no tengo muy claro si estoy a favor de ocultarlo porque es algo importantísimo. Ella lo sabía y para mí fue precioso ver cómo se iba a otro lugar y cómo la muerte vino casi como algo amable… Esa misma noche escribí 'Mi canción para Elisa' y me di cuenta de que era una celebración de la vida, al estilo en que los mexicanos recuerdan a sus muertos, algo que me parece muy bonito. Nos falta hablar de eso, es un tabú.
Noticia Patrocinada
- Ahora que se ha constituido usted en empresa, ¿hace cálculos comerciales para que su música llegue aún más lejos?
- No. Autoeditarme me permite el lujo de mantener mi arte a salvo mientras puedo. Intento que no condicione la parte empresarial, pero es difícil, porque casi todo el tiempo estoy haciendo cosas que no tienen que ver estrictamente con la música. Pero trato de que ésta sea un oasis en el que no entre nada más. Entrará en otras cosas como dónde, cómo y con quién tocar o tener que matarme a promoción, pero no en mi propuesta artística.
- Antes del confinamiento realizó varias funciones en México, donde su música va calando...
- Allí tenemos una presencia pequeñita pero creciente y poder conocer a gente de otros sitios mola un montón. Además, en Latinoamerica cantan muy 'adelante' y eso me sirve mucho para aprender. Creo que es por la cultura mariachi o indígena, cantan técnicamente muy bien y les permite tener otra sonoridad y una personalidad determinada.
Publicidad
- Desde el inicio de su carrera, canciones como 'Tu escala de grises' han revelado su gusto por la sonoridad latina…
- Sí… Tengo una teoría… Cada vez que decimos tribal, nos vienen cuatro lugares a la mente, pero todas las culturas tienen su propio origen y, al tiempo, todos venimos del mismo sitio, la semilla es la misma. Así que supongo que todo el mundo tiene sus sonidos tribales… Venimos de abajo, abajo...
- De África, concretamente.
- Es esa semilla que perdura, es originaria de todos, y es ese ritmo el que sale al final. Unas culturas lo han trabajado más, tienen más presencia y lo mantienen mejor. Aquí igual no tanto, pero si indagas e indagas encuentras un ritmo que te conecta con la tierra.
Publicidad
- En junio debería haber debutado en Argentina, Chile y Uruguay... ¿Le gustaría que Latinoamérica fuera el inicio de una expansión mayor? ¿Hasta dónde le gustaría crecer?
- Me gustaría crecer para durar, no para ser supergrande sólo en este momento. Mi sueño en la vida es poder morir haciendo esto. Y para ello, hay que hacerse grande a lo largo.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión